Se inicia la campaña para Asamblea Constituyente en Ecuador

Ecuador entra desde este lunes en una "vorágine política" con el inicio de la campaña electoral para la formación de la Asamblea Constituyente en la que incluso el jefe de Estado ecuatoriano, el izquierdista Rafael Correa, se juega su cargo.

Bajo una nueva modalidad en la que el Estado costea la campaña en los medios de comunicación con el fin de democratizar la propaganda electoral, los 3.229 candidatos a la Asamblea arrancan oficialmente mañana su carrera en busca de uno de los 130 escaños en juego.

No obstante, varios políticos se han quejado de que antes del inicio oficial de la campaña algunos candidatos, incluidos los de las filas del partido de gobierno, han hecho campaña sin respetar los tiempos oficiales.

El Tribunal Supremo Electoral se ha limitado a abrir expedientes de estudio y a lanzar llamadas de atención que, al menos hasta el momento, no han terminado en sanciones contra ningún candidato.

Durante los 45 días de campaña electoral, con miras a los comicios del próximo 30 de septiembre, el Estado invertirá 30 millones de dólares para financiar los espacios a través de las denominadas franjas publicitarias.

Los candidatos pueden organizar mítines, concentraciones y otro tipo de apariciones públicas, pero sin superar los límites de gasto electoral establecido.

Los ecuatorianos designarán en las urnas a los 130 integrantes de la Asamblea Constituyente, que se constituirá en octubre y deberá redactar una nueva Carta Magna.

A partir de mañana se conocerán con mayores detalles las propuestas de los candidatos, pese a lo cual analistas políticos consideran que el nuevo esquema de propaganda no permitirá profundizar en los planteamientos de los mismos.

Aunque el pulso por la Asamblea se mantiene desde hace varios meses, la cercanía de la fecha electoral ha caldeado los ánimos hasta el punto de que el propio Correa advirtió de la posibilidad de un boicot a su gobierno por parte de quienes, a su criterio, no quieren cambios en el país.
Por ello, el presidente pidió a sus compatriotas que no se dejen engañar por lo que él llama campañas orquestadas desde los grandes medios de comunicación para desprestigiar a su gobierno, extremo negado por los imputados.

La oposición, por su parte, habla de paranoia por parte de Correa, quien agitó más el avispero hace pocas semanas al declarar que la Asamblea debe disolver el Parlamento.

Correa cree que una vez disuelto el Parlamento se debe crear una Comisión Legislativa conformada de forma proporcional a la estructura de la Asamblea y que deberá sacar adelante las leyes urgentes y, sobre todo, las leyes orgánicas que se necesitan con la nueva Constitución.
El presidente opina que la disolución del Parlamento no significa el fin de la democracia, como lo han advertido varios políticos, y atribuyó esas versiones, entre otros, a diputados que no quieren perder sus cargos.

Jorge Cevallos, presidente del Parlamento, en el que Correa no tiene diputados electos en las urnas, sostiene que sin partidos políticos no hay democracia e insiste en la necesidad de respetar la independencia de las funciones del Estado.

Y es que analistas políticos consideran que si Movimiento País, el partido del presidente, logra copar la Asamblea Constituyente, significaría un nuevo y duro revés para los partidos políticos tradicionales, que no han logrado desde enero pasado, cuando comenzó el gobierno de Correa, recuperar su influencia sobre la población.

El jefe de Estado acusa a los partidos tradicionales de los fracasos del país, y pidió a la ciudadanía que cierre filas para derrotar a los "políticos de siempre", a los que también vincula con banqueros y empresarios.

En busca de esa "nueva patria", con base en una "revolución ciudadana", Correa advertió de que sin el apoyo del pueblo no podrá derrotar a la "partidocracia" por lo que, incluso, anunció que pondrá su cargo a disposición de la Asamblea el mismo día de su constitución.