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Hernán Ramírez Necochea

Hernán Ramírez Necochea

La editorial LOM publicó dos tomos con las obras escogidas del historiador Hernán Ramírez Necochea. Para algunos es como el regreso a la historia no oficial que rescató del olvido acontecimientos y personajes que no figuraban ni en los textos ni en las clases de historia con  los que nos formamos. Para la nueva generación es un encuentro con el siglo XX y los avances de una democracia que no transitó por un camino lineal y que siempre estuvo amenazada por las fuerzas retrógradas del pasado que no han desaparecido del presente.

Aunque en el siglo XIX Chile fue una república de historiadores –que nutrieron la literatura nacional- sólo brillaban en los textos los militares, los políticos conservadores, los eclesiásticos o algunos intelectuales. No se consideraba al pueblo como protagonista de la historia. Los obreros, los campesinos, los artesanos, fueron siempre un coro o un sostén sobre el que se erigía la gloria de los próceres. Por eso el profesor Hernán Ramírez Necochea fue el precursor de una nueva historiografía que arremetió contra los mitos y documentó la historia olvidada o tergiversada.

En 1951 publicó “La guerra civil de 1891: antecedentes económicos”, un libro que suscitó debates más allá de los ambientes académicos y alteró las afirmaciones consagradas. Sostuvo Hernán Ramírez Necochea que en 1891 no ocurrió una guerra civil provocada por los supuestos atropellos del Presidente  Balmaceda a la Constitución, sino una contrarrevolución desencadenada y manipulada por los negocios de las salitreras de los ingleses y sus aliados que se enfrentaban a un gobierno patriota y progresista. Señaló Ramírez que “de haber triunfado las fuerzas que apoyaban a Balmaceda, Chile sería muy distinto a lo que es”.

Un segundo libro -publicado en 1956- llamado “Historia  del movimiento obrero en Chile”, desentrañó el origen de los movimientos sociales del país en la segunda mitad del siglo XIX que fueron adquiriendo textura y madurez política al tomar conciencia de que eran una clase “a la que le pertenece el porvenir”, como se decía en su auge histórico en el siglo XX.

En su disección del imperialismo, Ramírez Necochea escribió una lúcida “Historia del imperialismo en Chile” en la que recoge y actualiza hasta la centuria pasada la penetración y el dominio ideológico, económico, político y cultural de los consorcios multinacionales. Luego, su militancia en el PC le impulsó a escribir “Origen y Formación del Partido Comunista en Chile”, donde ahonda en las ideas, combates y entorno de los comunistas chilenos en la primera mitad del siglo XX.

La investigación histórica no le apartó de su cátedra en la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile, en la que se formó como profesor de Historia. Fue un docente notable, formador de generaciones. A sus alumnos siempre les pareció un hombre pulcro que jamás se apasionaba, que respetaba todas las opiniones y que invitaba al debate de las ideas. Durante la reforma universitaria de los años 60 fue elegido decano de su Facultad, con el apoyo entusiasta de los alumnos. Le preocupó mucho entonces que la reforma no se diluyera en la retórica izquierdista.

El golpe de 1973 significó para él un drama personal del que jamás se repuso. Exiliado en París, fue contratado por la Universidad París VIII como profesor de historia latinoamericana. No participaba de los atractivos de la ciudad y decía que allí se sentía como un pez fuera del agua. Trabajaba después de sus clases en su último libro, “Las fuerzas armadas y la política en Chile (1810-1970)”. Vivía en un pequeño departamento cerca del edificio de la Unesco. Allí le encontrábamos sumergido en sus papeles que recogía de la mesa para dar espacio al almuerzo con los amigos en el que el único tema de conversación era Chile.

Ramírez Necochea murió de un infarto fulminante en octubre de 1979, un domingo, mientras visitaba a un amigo. El historiador Julio Pinto, editor de estas obras escogidas editadas recientemente, dice: “Se trata de un legado que vale la pena preservar y que justifica sobradamente esta reedición que ahora se ofrece a las nuevas generaciones de lectores y a un nuevo siglo que se anuncia tan distinto del que a Ramírez Necochea le tocó vivir”.

Los libros de Hernán Ramírez Necochea pueden resultar indispensables para entender a todos los sujetos de nuestra historia en los tiempos futuros.

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Luis Alberto Mansilla
Periodista
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