Niño rico por arte de magia

"Harry Potter es algo tan enorme, es un fenómeno mundial. No es posible imaginárselo antes de estar ahí", confesó hace unos días en Londres con motivo de la salida de la película 'Harry Potter y la Orden del Fénix'. Cuando tenía ocho años, Radcliffe no pudo terminar la lectura de la primera novela sobre las peripecias de Potter.

Y con 11 años, en 2000, después de cinco castings, consiguió el papel principal de la película que llevaría a los cines el libro de J.K. Rowling, la autora del joven brujo reconocible por sus gafas redondas que ya contaba con millones de admiradores en el mundo.

Entonces nadie conocía al actor, pese a que el año anterior había hecho sus pinitos ante la cámara al interpretar a David Copperfield, una adaptación para el cine de la novela de Charles Dickens. También había rodado 'El sastre de Panamá', inspirado en un libro de John le Carré.

Nada comparable con el fenómeno Potter. Desde 1997 se han vendido más de 325 millones de ejemplares de los seis primeros tomos y las películas basadas en los cuatro primeros aportaron en taquilla 3.500 millones de dólares (2.600 millones de euros) a los estudios cinematográficos Warner.

La popularidad del brujo ha permitido a Radcliffe amasar una fortuna estimada en 17 millones de libras (25 millones de euros), según la lista de 2007 del Sunday Times. Después de un año de suspense, en marzo de 2007 firmó un contrato para participar en los dos últimos filmes.

El último tomo, 'Harry Potter y las Reliquias de la Muerte', sale a la venta en las librerías del mundo entero en inglés el 21 de julio y su llegada al cine está prevista en 2009.

Dos días después de esta publicación tan esperada, incluso para él, el actor soplará las dieciocho velas de su tarta de cumpleaños. Uno de sus desafíos ha sido su actuación en el teatro de Londres, donde se estrenó con el drama 'Equus', en el que aparece desnudo unos minutos, fuma y blasfema. "Es algo de lo que estaré orgulloso toda mi vida", dijo.