La intervención de Durán tuvo un cierto tono agridulce: enunciado de los incumplimientos del Gobierno, al menos con Cataluña, y, en cierta forma, el fiasco que estos tres años de Gobierno socialista habría representado para los intereses catalanistas, pero a nivel general, como la ley de Memoria Histórica, donde no se acercan posiciones, o como la Ley de Dependencia, que desde CiU no se comparte por la “invasión competencial” y la “generación de un gasto” que las Comunidades Autónomas deberán atender”.
La reforma del Estatuto de Cataluña, ahora en el Tribunal Constitucional, fue otro punto de fricción porque “usted ha incumplido sus propios compromisos. Pero, a pesar de todo, Durán ya advirtió desde el inicio de su intervención que “el que usted y su gobierno no se haya ganado nuestra confianza no significa que lo haya hecho el principal partido de la oposición, menos todavía”.
ERC
Por su lado, el presidente del grupo de Esquerra Republicana en el Congreso, Agustí Cerdà, acusóal presidente de "haberse quedado lejos" de las expectativas generadas en torno a la descentralización de España y de haber "decepcionado" a los catalanes por "no haber sido capaz" de "imprimir un ritmo federalizante" al Estado. "A menudo nos obliga a pensar que su España plural es tan singular como la del PP", llegó a decir.
También reprochó al Ejecutivo la "lenta aplicación" del Estatut y le exigió que "no haga trampas" a la hora de aplicar la disposición adicional tercera del texto, la que se refiere a la inversión del Estado en infraestructuras. Según recordó, ERC pidió dos cosas a Zapatero durante el debate de su investidura: "un giro a la izquierda y un cambio en la mentalidad centralista y centralizadora de los últimos años, en que todo debía pasar por el kilómetro cero".
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