El delegado del Gobierno salió al paso de las críticas realizadas hoy por el PP y reiteró que el Gobierno de España "mantiene intactos sus compromisos de traer a la región el AVE", tal y como se recoge -añade- en el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) y en los Presupuestos Generales del Estado.
Ibáñez explicó que el Gobierno ha optado por la modalidad que combina el tránsito de pasajeros con el tráfico de mercancías para Cantabria y para el resto de comunidades autónomas del cuadrante Noroeste (Galicia, Asturias, País Vasco y Castilla y León), un modelo que se está utilizando "con éxito" en varios países de la Unión Europea, como es el caso de Alemania.
El delegado del Gobierno defendió el modelo de AVE de altas prestaciones, ya que el tráfico de mercancías tiene "una evidente importancia estratégica para el crecimiento de la región", siendo además -agrega- un modelo "bien valorado por diferentes sectores económicos y sociales de Cantabria". Al mismo tiempo, Ibáñez afirmó que el PP "se sitúa sistemáticamente en contra de todo lo que suponga crecimiento y desarrollo para la región, en este caso, a través de una infraestructura tan importante como el Tren de Alta Velocidad".
Proyecto del anterior Gobierno
Por otra parte, el delegado del Gobierno defendió la decisión del actual Ministerio de Fomento de "redefinir" el proyecto de alta velocidad existente en 2004 entre Palencia y Santander, ya que, en caso de haber seguido adelante, "habría supuesto un suicidio que hubiera tenido paralizada su ejecución durante años", aseguró.
Ibáñez señaló que el actual Ministerio de Fomento "se vio obligado a redefinir" el proyecto existente del AVE entre Palencia y Santander, ya que el anterior Gobierno del PP "no había logrado definir previamente el trazado sobre el que desarrollar el proyecto, condición indispensable -dijo- para poder acometer su ejecución con todas las garantías y con el rigor técnico necesario".
El delegado del Gobierno puntualizó que el subtramo Reinosa-Los Corrales, "el más problemático" del trazado Palencia-Santander, "no contaba con la correspondiente autorización de Impacto Ambiental, lo que impide, de acuerdo con los procedimientos legales y administrativos establecidos, la licitación del proyecto básico".
Ibáñez denunció que los dirigentes del PP cántabro "conocían esta circunstancia y eran conscientes de que haber continuado con el proyecto en las condiciones en las que se encontraba habría supuesto un suicidio que hubiera condenado al proyecto a una paralización técnica y legal muy perjudicial para Cantabria", dijo.
Añadió que "eran conscientes" porque existían informes técnicos de la propia Delegación del Gobierno siendo ministro de Fomento Álvarez Cascos, "en los que se ponía de manifiesto, y de forma muy clara, los peligros que entrañaba seguir adelante con un proyecto que no contaba con algo tan necesario como una Declaración de Impacto Ambiental y, por tanto, con un trazado definido correctamente".
Ibáñez reiteró que por este motivo, y "para evitar el retraso de la obra", el Ministerio de Fomento tomó la decisión, "al igual que hizo con los proyectos del AVE en otros puntos de España", de "replantear" el proyecto y diseñarlo en base a "criterios técnicos y procedimientos rigurosos que no pongan en peligro una infraestructura tan necesaria".
Además, destacó que se ha conseguido definir un proyecto de integración ferroviaria en el Arco de la Bahía que el proyecto del anterior Gobierno "no contemplaba, ya que no existía propuesta alguna entre Guarnizo y Santander".
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