La ministra de economía Felisa Miceli llegará el jueves próximo a la capital estadounidense, donde participará de la Asamblea Anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). Una reunión con el titular del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, y un encuentro en el Center for Economic Policy and Research que dirige el premio Nobel, Joseph Stiglitz, serán algunas de las actividades que desarrollará la ministra en Washington.
Miceli partirá el miércoles por la noche y pocas horas después de su arribo y sin salirse de una ajustada agenda, la ministra se encontrará con Wolfowitz, tras lo cual se presentará como la oradora principal en el centro de estudio que encabeza el premio Nobel de Economía 2001.
En su discurso, titulado "Una historia exitosa en Latinoamérica: cinco años de extraordinario crecimiento y reducción de la pobreza en la Argentina", la titular del Palacio de Hacienda hará un raconto de la situación económica argentina, en la que destacará el 47 por ciento de aumento en el Producto registrado durante ese período.
La Argentina pagó de manera anticipada la deuda que mantenía con el FMI por algo más de 9.500 millones de pesos en enero de 2006, y rompió de esa manera lazos con el organismo internacional, a quien culpó de haber impuesto medidas que indujeron al colapso de 2001.
La medida, similar a la de otros países de la región, como Brasil, llevó a que la entidad dirigida por Rodrigo De Rato anuncie la intención de encarar una reforma del organismo.
En ese punto queda nuevamente de manifiesto la diferencia existente entre las naciones industrializadas y los países en vías de desarrollo, que terminan de ponerse de acuerdo en torno a la mecánica a utilizar.
Algo de esto quedó en claro durante los encuentros preparatorios que se desarrollaron durante los últimos días: mientras los socios más poderosos que controlan la institución ratificarán el rumbo que caracterizó al FMI en las últimas décadas, los países en desarrollo insistirán en la búsqueda de un reparto "más democrático" del poder de decisión.
El lunes último se realizó en Londres la primera reunión del Comité Monetario y Financiero Internacional (IFMC, según su sigla en inglés), previa a la asamblea anual conjunta con el Banco Mundial.
La delegación argentina fue encabezada por el secretario de Finanzas, Sergio Chodos; junto a Alejandra Scharf, subsecretaria de Finanzas, y Héctor Torres, representante argentino ante el FMI.
Miceli seguirá el viernes con una participación en la Reunión de Ministros del G-24, de la que Argentina tiene la presidencia, luego de un breve discurso introductorio de autoridades del FMI, y tras lo cual deberá, como presidente del grupo, participar de una conferencia de prensa.
Pero no será hasta el sábado, día en que comienza formalmente la Asamblea, que Miceli se enfrente nuevamente al Fondo. Será durante la reunión del IFMC, donde dará un discurso en representación de la Argentina.
El domingo será el turno del Secretario de Política Económica, Oscar Tangelson, quien tomará la posta en la Reunión del Comité de Desarrollo, la última actividad programada para la Asamblea Anual.
Fuentes del Palacio de Hacienda ratificaron a Télam que la posición argentina frente al Fondo será la de "desarrollar una nueva fórmula para reestablecer el sistema de voto y cuotas de los países miembros que refleje fehacientemente la nueva estructura de poder económico".
Sobre este punto se fundamentará que "los países emergentes tienen un mayor protagonismo a escala global".
Otro de los temas que sobrevolará el encuentro es la renegociación de la deuda con el Club de París, en especial por la exigencia de las naciones más desarrolladas de que Argentina firme un nuevo acuerdo con el FMI antes de iniciar las conversaciones, algo que ya fue expresamente rechazado por el presidente Néstor Kirchner.
El gobierno también dejó en claro que -a diferencia de lo que sucedió con el FMI-, no utilizará las reservas del Banco Central para saldar la totalidad de la deuda, estimada en alrededor de 6.000 millones de dólares.
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