Otro susto en Afganistán: por fortuna sin víctimas

La base española de Herat (Afganistán) fue atacada el lunes por la noche con dos proyectiles, uno de los cuales impactó a 200 metros de la valla exterior, aunque no se registraran daños personales ni materiales, informó este martes un portavoz del ministerio de Defensa.

Poco antes de las 23h30, se escucharon dos explosiones fuera del recinto. Un proyectil había impactado a 200 metros de la valla norte de la base y a 1.300 de los hangares de mantenimiento, comprobó un equipo de desactivación de explosivos, que calculó que otro lo hizo a unos tres kilómetros.

Una vez que los artificieros comprobaron que no se habían producido daños personales ni materiales, se desactivó el protocolo de seguridad. Según Defensa, las primeras investigaciones concluyen que podría tratarse de proyectiles de mortero o de artillería de un calibre cercano a los 100 milímetros.

Un total de 690 militares españoles se encuentran desplegados en Afganistán, distribuidos principalmente en la base de apoyo avanzado de Herat (FSB, por sus siglas en inglés), donde hay 430 militares, y una Unidad de Reconstrucción Provincial (PRT) en Qala i Naw, con 187. El resto prestan servicio en Manás (Kirguizistán) y Kabul.

El último ataque contra las tropas españolas en Afganistán tuvo lugar el 15 de marzo, cuando a unos 200 metros de un convoy murió uno de los dos civiles afganos que intentaban hacer estallar un explosivo.

Pero el ataque más grave de 2007 se registró el 21 de febrero, al estallar una mina anticarro al paso de un convoy de vehículos blindados cerca de la localidad de Shindandla. En el ataque falleció la soldado Idoia Rodríguez y otros dos militares resultaron heridos.