Pacto ecológico y lógica electoral

 Nicolas Hulot conocido presentador de televisión convertido  al militantismo ecologista y ex consejero del presidente Jacques Chirac  acaba de hacer un nuevo llamamiento solemne  a todos los  candidatos a la presidencia de la República que firmaron su “Pacto ecológico” para que lo respeten. Tras amenazar a unos y a otros hace meses, con presentar su propia candidatura, que según los sondeos de opinión podia recoger hasta 12% de intenciones de voto, Nicolas Hulot consideró que la ecologia no es “ni de derechas ni de izquierdas” y optó finalmente por hacer un pacto ecológico soluble en la desastrosa lógica electoral. 
  
Tres medidas esenciales  contiene el programa mínimo que Hulot hizo firmar a cada candidato: el nombramiento de un vice primer ministro encargado del desarrollo sustentable, la creación de un impuesto a la emisión de gas carbónico y la reorientación de la agricultura para limitar los daños del productivismo.
Casi todos los candidatos a la presidencia han firmado el pacto de Monsieur Hulot, a excepcion del ultra le Pen, quien por su parte recuerda con maligna exactitud,   que antes de ser “progresista”  la ecologia era un valor encarnado por la derecha política a comienzos de siglo. 

 El problema con la ecologia es precisamente  que ha ido evolucionando con el tiempo,  con la industrialización y la contaminación  galopante, con la carrera al máximo beneficio y la productividad, con la deforestación de la selva amazónica, con el desarrollo de la energia nuclear y sus peligros confirmados con la catástrofe de Tchernobyl, o con el no resuelto problema de la eliminación  de residuos.  La utopia ecologista “antiproductivista” de la década de los setenta, ha ido dejando paso a conclusiones científicas  evidentes aceptadas  hoy incluso por los defensores del crecimiento económico a ultranza, desde Chirac a Al Gore.

El anunciado calentamiento del Planeta y la proliferación de catástrofes naturales han hecho  de la Ecologia un tema políticamente correcto en las promesas electorales de cada cual. ¡Por prometer que no quede! Antes de hacer su última reverencia  el propio Presidente Jacques Chirac hizo su profesión de fé ecológica y un llamamiento a presevar nuestro planeta.  Otra cosa muy diferente es que exista la voluntad política de hacer de la ecologia y de  la defensa de nuestro entorno una prioridad por encima de los intereses de unos u otros lobbys industriales y multinacionales.  Esa es harina de otro costal.
  
 Al disolver su pacto ecológico en la lógica electoral Monsieur Hulot, que tiene nombre de película de Jacques Tati,  ha  dado un tiro de gracia a la ecologia política, y en particular al Movimiento de los Verdes y a su candidata Dominique Voynet, al privarles de una candidatura única unitaria que hubiese podido tener un verdadero peso político. 

¿Pero acaso es soluble la ecologia política en el liberalismo económico? ¿La ley de la ganancia a ultranza  en nuestra sociedad de consumo es compatible con las buenas intenciones ecológicas? ¿Cuanto tiempo será necesario para que los financieros  consideren rentable la inversión ecológica?  En todo caso Nicolas Hulot ha conseguido que al menos se hable de ecologia en esta campaña electoral, para las soluciones de verdad me temo que  habrá que esperar algunos años mas.