Las miradas están puestas este sábado en el acto de Batasuna

El 'caso De Juana' puede y debe suponer un punto de inflexión. Ésa es la conclusión general que se extrae de las impresiones generales en Euskadi tras el anuncio de la izquierda abertzale del cese de la huelga de hambre del preso de ETA. El vuelco que se produjo desde que el Gobierno anunciara la prisión atenuada para De Juana ha extendido una impresión de optimismo que debería confirmarse en las próximas jornadas. Hace días que circulan rumores de un próximo comunicado de ETA que, según apuntan algunos observadores, debiera incluir alguna referencia de apoyo a la propuesta autonomista de Batasuna pero, sobre todo, un paso adelante que permita recomponer el alto el fuego que la propia ETA dinamitó con la bomba de Barajas.

En este contexto se señala como previsiblemente significativo el acto que para el sábado tiene convocado la izquierda abertzale en Pamplona, en el pabellón Anaitasuna, donde se realizará la presentación pública en Navarra de la última oferta política efectuada por Otegi. Ese acto tendrá un valor añadido tras la resolución del caso De Juana, y también tendrá valor simbólico, toda vez que Navarra es el gran baluarte ideológico de la izquierda abertzale, la génesis de su concepto de territorialidad. En esta comunidad Batasuna atraviesa un momento difícil debido a la coalición Nafarroa Bai y a su ilegalización. Es significativo el grado de discreción con el que se ha preparado, además de la actitud de Baltasar Garzón, que lo ha permitido sin poner demasiadas pegas, a diferencia de la manifestación del pasado sábado en Bilbao.

Diversos portavoces políticos coinciden en que la decisión del preso de ETA contribuirá sobre todo a silenciar al sector de la izquierda abertzale representado por el portavoz de Askatasuna Juan Mari Olano, y que representa la cara menos proclive al encuentro político y, sin embargo, permitirá recuperar protagonismo a aquellos que buscan reconducir el proceso como Arnaldo Otegi. La percepción general es que aún no se ha logrado nada de calado, pero al menos se ha puesto la alfombra para facilitar nuevas decisiones, sobre todo la tan esperada de ETA.