Investigadores de la UNAM probarán medicamento contra el cáncer de pulmón

Juan Molina Guarneros, responsable del Laboratorio de Inmunofarmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, explicó que uno de los compuestos del fármaco se extrae de un árbol denominado tonka.

Las pruebas revelan que la sustancia, denominada cumarina, detiene la división celular, de manera que el tumor, incluidas las metástasis, deja de crecer y, por lo tanto, no es tan agresivo para el enfermo.

En el laboratorio se probaron diversos compuestos y se descubrió que en ratones la cumarina detiene el crecimiento de las células de melanoma, sin afectar a las normales, “lo cual es importante, porque en una quimioterapia no hay distinción entre unas y otras”.

La ventaja de ese medicamento es que ya está aprobado por la Secretaría de Salud y no es tóxico, sólo que en ese caso se pretende emplearlo con otros fines medicinales, es decir, darle un uso nuevo.

Con estos antecedentes, abundó, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias aceptó probarlo en pacientes, por lo que firmó un convenio con la UNAM, detalló el especialista en un comunicado de la máxima casa de estudios del país.

De acuerdo con datos de la SSA, los tumores malignos de tráquea, bronquios y pulmón ocupan el lugar número 13 entre las causas de muerte en México, se presentan con el doble de frecuencia en hombres que en mujeres, mientras que las dos terceras partes de las defunciones por ese mal ocurren después de los 65 años.

Aunque en México el cáncer de pulmón presenta mayores índices de mortandad aún por encima del de mama y el cervico uterino, hasta ahora no existen campañas de prevención que alerten a la población sobre ese mal, destacó.

Originalmente, detalló, con la cumarina se elaboran medicamentos para otros fines, como pastillas contra la inflamación de piernas, anticoagulantes, mientras que en Australia se ocupa para evitar la recurrencia en melanomas.

Los tratamientos actuales contra el cáncer de pulmón tienen ventajas en velocidad de respuesta, calidad de vida y menor toxicidad, pero tienen poca mejoría en sobrevida, puntualizó.