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Emotivo adiós a Loyola de Palacio

Emotivo adiós a Loyola de Palacio

Pocas veces se había visto en España una despedida a un dirigente político tan emotiva como la que se celebró este jueves por la noche en la madrileña Catedral de la Almudena en honor de Loyola de Palacio, fallecida el pasado 13 de diciembre a consecuencia de un fulminante cáncer a sus 56 años de vida.

Antes de que comenzara el solemne funeral, con misa cantada oficiada por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, el templo ya se encontraba abarrotado de familiares, compañeros de partido, diputados nacionales, senadores,  europarlamentarios, personalidades del mundo de la política española y europea, y representantes de la Casa Real y del Gobierno, como el vicepresidente primero, Pedro Solbes y el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que llegó en mitad de la ceremonia, ante la sorpresa de muchos feligreses.

Del PP, prácticamente estaba todo el partido, dirigentes de ahora – toda la cúpula actual encabezada por Rajoy y Acebes a los que se sumó Rodrigo Rato - , el alcalde madrileño, Alberto Ruiz Gallardón, la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre ....y de antes, como su maestro y padrino político, Manuel Fraga, -que subió emocionado a leer un oración por su ‘pupila’-,  además de numerosos compañeros que la quería y la apreciaban y que en muchos momentos no pudieron contener las lágrimas.

Pero a la Almudena también acudieron a despedirla decenas de cuidadanos anónimos, gente que deseaba dar el último adiós a una mujer, que como destacó Rouco en su homilía, era “entrañable, abierta y generosa, valiente y animosa”, cuyo fallecimiento todo el mundo ha sentido . Y no mentía Rouco. El funeral , casi con honores de Estado, confirmó que Loyola de Palacio era uno de esos extraños casos de una dirigente política sobre la que sólo se han escuchado buenas palabras y parabienes.

Las preces fueron leídas por algunos de los sobrinos de la ex ministra. Pero entre todos, destacó la de su ahijado Ignacio que rogó a los presentes que “trabajemos por recordar el espíritu y la memoria de mi madrina y tía Loyola”, petición que conmovió a los asistentes. 

El broche final a la casi una hora de misa durante la que resonó el impresionante sonido del órgano, -que interpretó el himno nacional- , las voces del coro de la catedral y hasta canciones vascas al son de un precioso txistu, lo puso el cantante Alberto Cortez, más español ya que argentino, que interpretó en directo uno de sus temas más conocidos: “Cuando un amigo se va”, en homenaje a Loyola. Descanse en paz.

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