Marzo de 2015: Qué hace la Unión Europea, ¿avanzar o consolidar?

La reunión que acaban de tener en Bruselas los Jefes de Estado y de Gobierno permite, evaluar este difícil momento de la construcción europea cuando se encontraba generalizado el lema de "más Europa". ¿Palabras vanas?, ¿Realmente están convencidos los líderes europeos? y lo que es más importante ¿está convencida la población de los Estados de la Unión en estos momentos, los ciudadanos europeos que somos poco más de 500 millones de personas, de que es necesario  y de que nos es más útil construir "más Europa" en el mundo global en el que vivimos?.

La reciente reunión de Bruselas nos puede dar alguna pista aunque no todas las suficientes. Empecemos manifestando que el Consejo Europeo es ante todo la institución que ejerce la orientación política y la jefatura colectiva simbólica, fijando las grandes directrices y objetivos de la Unión en los ámbitos más relevantes. Su Presidente, Donald Tusk, que figura al frente de una institución que apenas ha cumplido 5 años desde que se creó esta presidencia, es ante todo la más alta representación de la UE.

Por su parte los Consejos Europeos de marzo son, al menos desde el Consejo Europeo de Lisboa de marzo de 2000, los Consejos de máximo contenido económico y en los que se plantea o debe plantearse el cumplimiento de los objetivos del programa económico de la década, en la actualidad "Europa 2020", estrategia de la Unión Europea para el crecimiento y el empleo iniciada en 2010 con una duración prevista de 10 años con el objetivo no solo de superar la crisis económica sino también de paliar las deficiencias del modelo de crecimiento de la UE. Se dice concretamente de crear las condiciones necesarias para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador que incluye cinco objetivos principales: empleo, investigación y desarrollo, clima/energía, educación, integración social y reducción de la pobreza.

La consideración de este reciente Consejo de 12 y 13 de marzo de 2015 por tanto nos debería dar una idea de la situación y del camino a recorrer. En este sentido el referido Consejo aborda dos de los principales objetivos referidos: energía/clima y crecimiento y empleo, y por ello hemos de señalar ya inicialmente una cierta preocupación porque no presenta referencias a los restantes tres grandes objetivos  que son ante todo otros tres grandes desafíos de la Unión Europea: educación, integración social y reducción de la pobreza. A nadie se le escapa que estos objetivos se encuentran ciertamente afectados por las políticas restrictivas y de austeridad que ha venido imponiendo la Unión Europea abandonando en alguna medida un espíritu de solidaridad y cooperación que se entendía lógico en una asociación voluntaria de Estados en los que estos sacrificaban parte de su soberanía para obtener un beneficio común.

No procede entrar en esta importante materia que es la de afrontar cómo marchan  los objetivos  planteados en Europa 2020 en materia de educación, integración social y reducción de la pobreza, baste con manifestar nuestra preocupación y muy en concreto por cuestionarnos si se está logrando reducir al menos en 20 millones el número de personas en situación o riesgo de pobreza y exclusión social o se está alejando aún más aquel objetivo creándose un mayor problema. Con ser esta cuestión capital, dejémosla por el momento y volvamos a los dos grandes temas que fueron tratados en el Consejo Europeo y que realmente se reducen a uno, pues poco da de sí el referido al "semestre europeo/crecimiento y empleo", ya que no aporta nada nuevo sino tan solo una cierta información, es decir, en español se da un capotazo a este tema que también es capital y al que se dedican tres grandes epígrafes, el 4º, 5º y 6º. Veámoslo.

En el 4º epígrafe se manifiesta que ha habido un intercambio de opiniones sobre la situación económica en Europa y que se han refrendado los tres principales pilares del "Estudio Prospectivo Anual sobre Crecimiento". Para entendernos, se refiere a la propuesta de un ambicioso Plan de Inversiones para movilizar, como mínimo, 315.000 millones EUR de inversión pública y privada adicional a lo largo de los tres próximos años. De este plan todavía se requiere saber cómo y cuáles van a ser los recursos privados que se movilizan, aunque ante todo esta decisión está muy bien aceptada puesto que supone un cambio de orientación frente a la tan discutida política de austeridad y recortes, al integrarse el plan en la estrategia global de la Comisión Europea para apoyar la creación de empleo y activación del crecimiento en Europa, con inversiones ajustadas a programas concretos, básicamente en infraestructuras.

En todo caso, lo que se ha manifestado en el Consejo Europeo es que los Estados Miembros trasladen estás prioridades a sus programas nacionales de reforma y a sus programas de estabilidad o convergencia. O sea intenciones y palabras, sobretodo palabras.

El 5º epígrafe se refiere a este Consejo sobre el Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas diciendo que su orientación constituye un paso importante para que los colegisladores -léase Consejo y Parlamento- adopten un acuerdo sobre el acto legislativo a más tardar en junio. Se trata del Fondo que utilizará financiación pública para movilizar inversión privada adicional y ofrecerá cobertura del riesgo de crédito a la financiación proporcionada por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y por el Fondo Europeo de Inversiones (FEI).

Este Fondo que estará constituido por una garantía de 16 000 millones de euros procedente del presupuesto de la UE y 5000 millones de euros procedentes del Banco Europeo de Inversiones asumirá parte del riesgo que corresponde al BEI, y este podrá por tanto invertir en proyectos más arriesgados. Se prevé que la participación del BEI atraiga inversiones privadas hacia esos proyectos.  La Comisión Europea calcula que el fondo -los 21.000 millones de euros- podrá lograr un efecto multiplicador global de 1:15 y que, por tanto, generará una inversión total de hasta 315 000 millones de euros. Esto significa que por cada euro de dinero público que utilice el fondo se generarán 12 euros procedentes de inversores privados y 3 euros procedentes del BEI.

Está muy bien, pero está por ver primero qué inversión se va a movilizar y cuál será el efecto multiplicador de cada proyecto. De momento lo que aconseja, nunca mejor dicho, el Consejo Europeo es que hay que reforzar la cooperación entre el grupo BEI y los Bancos Nacionales de Fomento y que el Fondo debe complementar y sumarse a los programas de la UE en curso. Bien, siguen siendo buenas palabras pero poco dinero si vemos como está el patio.

El epígrafe 6º se refiere a otro tema, enormemente importante aunque no exactamente dentro de Europa 2020, el futuro Tratado de inversiones y partenariado entre la Unión Europea y los Estados Unidos, el famoso TTIP. Lo que piden los Jefes de Estado y de Gobierno es que haya un esfuerzo máximo para concluir las negociaciones a más tardar a final del presente año 2015 y que los Estados Miembros y la Comisión deben incrementar sus esfuerzos para comunicar los beneficios de los acuerdos y beneficiar el dialogo con la sociedad civil.

Con respecto a si finalmente se logrará el Tratado esto depende efectivamente de los órganos legislativos de los Estados Unidos puesto que el Presidente Obama, por su parte, siempre comprometió su voluntad política. La Unión Europea está muy comprometida la Comisaria europea de Comercio, Malmström viene pidiendo unidad y apoyo asegurando que no rebajará las exigencias de protección europeas ni socavará la capacidad de los Estados Miembros para legislar en defensa del interés general manifestando que el TTIP si se firma tendrá tres consecuencias positivas: "grandes beneficios" económicos y en creación de empleo, menos trabas burocráticas para los intercambios comerciales "sin reducir los estándares" de seguridad y calidad, y un "fortalecimiento" de las relaciones trasatlánticas en torno a valores como los Derechos Humanos o la Democracia".

Y esto hay que explicarlo, como pide el Consejo Europeo, y hay que hacerlo sobretodo porque hay críticas importantes que manifiestan que esta decisión es la consagración de las multinacionales que son las que deciden para obtener una hegemonía comercial plantearía. Hay por tanto campañas en contra que, cuando menos, requieren una información a los ciudadanos en una negociación de la que se ha pedido siempre mayor información. Una vez más, el ciudadano europeo demanda información y la Unión Europea se manifiesta a través del Consejo decidida a que el ciudadano la obtenga. ¿Son sólo palabras?. Preguntémonos qué información se está dando en España sobre el TTIP y sobre las sucesivas rondas de negociación.

Si este Consejo Europeo ha sido importante, lo ha sido por tanto por afrontar en sus primeros epígrafes la llamada Unión de la Energía. Son bien conocidas las cinco dimensiones de esta política de energía conectada por la política de clima que y las recuerda el propio Consejo Europeo: "seguridad energética, solidaridad y confianza; un mercado europeo de la energía plenamente integrado; eficiencia energética como contribución a la moderación de la demanda; descarbonización de la economía; e investigación, innovación y competitividad", dimensiones que están estrechamente interrelacionadas y se refuerzan mutuamente.

En estos momentos uno de los grandes objetivos es de las interconexiones y el propio Consejo ha puesto de referencia el reciente acuerdo alcanzado por Francia, Portugal, España, la Comisión y el BEI que representa un paso positivo hacia el logro del objetivo del 10 % en materia de interconexiones eléctricas en 2020 a más tardar alentándose a la Comisión a crear grupos regionales de alto nivel en los que estén representados todos los actores clave relevantes para garantizar el seguimiento periódico de los avances en la selección y financiación de proyectos de interés común.

Y finalizamos. Con ser lo verdaderamente importante de este Consejo Europeo el planteamiento referido a la Unión de la Energía nos asombra que en el tercero de los apartados referido a las Relaciones Exteriores -se ocupa evidentemente de los acuerdos de Minsk entre Rusia y Ucrania y de la crisis de Libia-  se afronta la política de inmigración, es más, manifiesta que acoge con satisfacción la iniciativa de la Comisión de presentar en mayo un "Programa Europeo sobre Migración".

Podremos tratar sobre este asunto, también muy importante en una Europa muy envejecida, pero  aquí, una vez más, mostramos nuestra preocupación por la construcción europea. En este caso nos preguntamos: ¿más Europa o menos Europa? Y lo explicamos. La Unión Europea había asumido plenamente que el "Espacio de Libertad, Seguridad y Justicia" era uno de los grandes objetivos de la Unión Europea, es más, lo había colocado en el Tratado de la Unión, artículo 3.2 como el principal objetivo después de la paz, artículo 3.1 y evidentemente consideraba la política de Inmigración y Asilo dentro del espacio.


¿A qué viene entonces colocar esta referencia dentro de las Relaciones Exteriores?. ¿Es que acaso tenemos que preocuparnos de que no se haya planteado un programa sucesor al Programa de Estocolmo y un Plan de Acción para el periodo 2015-2019?. ¿Es que se van a partir en piezas los cuatro grandes escenarios del espacio de Libertad, Seguridad y Justicia?, o es simplemente un error de secretaría que arreglará el Nuevo Secretario General del Consejo Jeppe Tranholm-Mikkelsen.

Es cierto que hay que consolidar los logros alcanzados desde el Tratado de Ámsterdam para desarrollar el Espacio de Libertad, Seguridad y Justicia pero eso no puede ser una escusa. Hemos asumido desde 1957 que la Comunidad Europea, ahora Unión Europea, es un espacio sin fronteras interiores para el mercado, pero también hemos asumido la mayoría de los Estados de la Unión desde 1997, que también lo es para una política de derechos y garantías de los ciudadanos, de cooperación judicial, de cooperación policial y de migración y asilo. Una Europa de los derechos, de la ley y la justicia, de la seguridad y de la solidaridad.

Por Rogelio Pérez Bustamante
Catedrático Jean Monnet