Grandes ideas tras las elecciones andaluzas

La gran idea que se tiene tras las elecciones andaluzas, y que todas las encuestas nacionales ya apuntaban como un fenómeno a nivel nacional, es que el bloque de izquierda gana fuerza frente al bloque de derecha, además de forma clara. En las elecciones del 2012 el bloque de izquierda resultó superior en 11 puntos (51% del total de votos obtuvo el bloque de la izquierda frente al 40% del bloque de derecha), en Andalucía ha subido hoy a casi 15 puntos de diferencia.

 La participación ha crecido alrededor de medio millón de votos, lo cual indica que la desafección política y el desencanto ciudadano que surgió tras el 15-M ha sido resuelto en un apoyo a los nuevos partidos políticos como forma de canalizar el hartazgo y además, los votantes tradicionales han seguido votando.

 Los dos grandes partidos sufren una caída, IU sufre también la entrada de los nuevos partidos, pero el que más ha notado la llegada tanto de Podemos como de Ciudadanos es, sin duda, el Partido Popular. Los dos nuevos partidos revelación entran en el hemiciclo con gran fuerza, sobre todo Podemos, y los pequeños partidos que entraron en el 2015 pierden ahora su representación en el parlamento andaluz.

 El fenómeno de Podemos parece haber resuelto su primera contienda de una forma entre buena, por la realidad obtenida, y mala, por las expectativas que había levantado. Pero no ha dejado tocado de forma profunda ni al PSOE, que ganaría aún 1 a 2 frente a Podemos, ni a IU, que mantiene prácticamente la representación en todas las provincias. Lo que sí ha logrado con gran acierto es activar al votante abstencionista y adoptar a los desencantados de los grandes partidos. Por tanto, parte en buena posición para las próximas elecciones autonómicas y locales, aunque por debajo de lo esperado.

 El PSOE se erige como ganador de la noche, pero tendrá que estudiar desde hoy los posibles pactos para poder formar gobierno. Tiene dos posibilidades: revalidar el pacto con IU con apoyo momentáneo de Podemos o de Ciudadanos o bien apoyarse con Podemos para que el gobierno siga siendo de izquierdas, aunque esta posibilidad ha sido, hasta el momento, rechazada.

 Si las elecciones andaluzas han de marcar tendencia para las elecciones nacionales y las próximas autonómicas, el bloque de izquierdas confirma su tendencia creciente, así como una movilización del votante abstencionista que, en este caso, ha optado por apoyar a las nuevas formaciones. Lo que implica que el PP bajará y obligará a que el gobierno deba ser de gran coalición o de izquierda. El PP, lejos de la mayoría, pasaría con gran probabilidad a la oposición muchos ayuntamientos, autonomías y posiblemente en el Congreso de los Diputados.