Cientos de vecinos de Algeciras despiden a Paco de Lucía

Cientos de vecinos de Algeciras (Cádiz) desfilan esta madrugada por la capilla ardiente de Paco de Lucía para dar el último adiós al guitarrista, antes de que sea enterrado, sobre las 13.30 horas, en el cementerio viejo de su ciudad natal.

La comitiva fúnebre ha llegado a las 00.48 horas al Ayuntamiento de la ciudad natal del guitarrista, que ha sido recibido por cientos de vecinos entre aplausos, jaleos y gritos de "Paco eres el más grande".

El guitarrista Tomatito ha sido uno de los que ha cargado a hombros el féretro desde el coche fúnebre hasta el Salón de Plenos en el que ha quedado instalada la capilla ardiente.

Además de Tomatito, con la familia de Paco de Lucía han estado Vicente Amigo, Farruquito, José El Francés, Remedios Amaya, Massiel, el torero Ruiz de Miguel y Raimundo Amador, entre otros.

Dolores Montoya, "Chispa", la viuda de Camarón de la Isla, también ha acudido con gran parte de su familia y varios amigos del cantaor a despedirse de Paco de Lucía.

Y además de los rostros conocidos, también han acudido amigos que Paco de Lucía tenía en la ciudad, algunos de ellos desde niños.
Entre ellos, Vitoriano Mera, que hoy relataba como el guitarrista solía venir de tanto en tanto por su ciudad natal.

"Venía siempre de paso, unas horas. Me llamaba, venía a mi casa a comer o salíamos a tomar una copa y se iba", comentaba este "compadre" de Paco de Lucía que es testigo de lo poco que le gustaba ser reconocido por la calle: "siempre decía: me siento como un mono, todo el mundo mirándome".

Entre quienes se han acercado hoy a despedirse estaba también Carmen Mera, un año mayor que Paco de Lucía y vecina de él cuando eran niños en la barriada algecireña en la que se crió.

Hoy ha venido con una foto en la estaba con Paco de Lucía y muchos otros vecinos, en la playa, y no paraba de acordarse cuando, de niños, ella y otros se asomaban a la reja de su ventana porque se cansaban de esperarle para jugar.

"Su padre le tenía horas y horas tocando la guitarra. Él quería venir jugar como los demás pero tenía que darle a la guitarra. Es que su padre sabía lo que había en él, siempre decía 'Paquito va a subir muy alto", decía mientras recordaba como, en más de una ocasión, los chiquillos del barrio se mofaban de él diciéndole "guitarra, guitarra". Y Paco de Lucía no lo dudaba, cogía una piedra del suelo y se la tiraba con rabia.

Muchos recuerdos que hoy se concentran ante este último regreso de Paco de Lucía a su ciudad natal.

Sus vecinos han llenado en estos días más de dos grandes libros de condolencias que ahora les serán entregados a sus familiares.

Son una prueba del orgullo que los vecinos de Algeciras sienten por su vecino más célebre. Y para dejar testimonio de su grandeza, uno de ellos ha dejado en la puerta del Ayuntamiento un frase de Keith Richard: "sólo hay dos o tres guitarras que se puedan considerar leyenda y por encima de todas ellas está Paco de Lucía".