Por
Pascual Hernández del Moral.
miércoles 13 de noviembre de 2013, 11:15h
Seguro, querido
lector, que lo que a usted le sonará es la "Memoria Histórica", esa a la que se
aplica con entusiasmo el exjuez Garzón. Pero no se trata de esa, sino de la
denominada DEUDA HISTÓRICA, denominación "de carácter reivindicativo y
exigente" que acuñaron los comunistas para designar lo previsto en la
Disposición Adicional Segunda del Estatuto de Autonomía de Andalucía (L.O.
6/1981 de 30 de diciembre), donde se determina que los P.G.E. "debían consignar, con
especificación de su destino y como fuentes excepcionales de financiación, unas
asignaciones complementarias para hacer frente a las circunstancias
socio-económicas de Andalucía".
Una comisión valoró esta "deuda histórica" en
1.204,4 millones, que debían aplicarse, cuando se cobraran, a vivienda (617,28
millones), destinados a construir viviendas de protección hasta alcanzar la
media del Estado y a remediar las carencias en servicios de higiene, agua y
electricidad de algunas viviendas; a sanidad (316 millones), que debían
destinarse a camas hospitalarias; y a educación (271 millones) para la
creación de aulas para Infantil, Primaria y "E.G.B" (en la época).
De esta cantidad, después de ser usada como
pólvora mitinera contra el adversario político durante seis años, sólo se "amortizaron"
como anticipo a cuenta 120,2 millones consignados por el PSOE, y que tuvo que
pagar el primer gobierno del PP. Desde entonces, sólo en 2007, Zapatero le
adelantó a la Junta otros 300 millones. Quedan, pues, que abonar 785,5, más o
menos (más los intereses de lo aplazado).
Griñán, siendo Vicepresidente Económico de la
Junta, llegó en 2009 a un acuerdo con Elena Salgado para liquidar la deuda
"antes de un año", acuerdo del que estaba muy satisfecho, porque suponía "la
reparación histórica de las injusticias cometidas con Andalucía". Es de
destacar que lo que Griñán consideraba la reparación de una injusticia, para el
cazalillero "eterno" Gaspar Zarrías era "el mejor regalo que se le podía hacer
al nuevo estatuto en su segundo aniversario". ¿Reparación de injusticias o
regalo? He ahí la cuestión. Y velahí que estamos a finales 2013, y la deuda
histórica todavía colea.
El término tuvo (y tiene) tanto éxito que todo
el mundo lo está utilizando: Izquierda Unida de Granada le reclama al PP 37
millones como "nueva deuda histórica"; Extremadura le ha sacado a Montoro (¡!)
20 millones para compensar los PGA de la Comunidad de los años 2012 y 2013, y
le guarda 40 millones para el 2014. Y de Cataluña no hablemos: allí, sobre deuda
histórica, van a pedir la devolución de "lo robado por España". En ese pedir,
hasta Rajoy le pide a los hospitales la deuda histórica que han generado con la
Seguridad Social. Yo mismo me voy a pensar en qué puedo fundamentar la petición
al Estado de unos cuantos miles de euros para atender la deuda que puedan tener
conmigo... Quizás los pida en concepto de "demasías pagadas en el IRPF", aunque
no tengo ninguna esperanza de que mi petición prospere.
Y como el Estado no tiene un duro, parece que
está pagando parte de la deuda histórica en solares y edificios. Muchos han de
darse en pago para atender la deuda de 700 millones. Doña Elena Cortés,
consejera andaluza del negociado, está
dispuesta a aceptar el pago en especie, ya que dinero no hay. Y será cuenta de
la Junta convertirlo en dineros, u obligar a las empresas concesionarias de
obra pública en Andalucía a aceptar un porcentaje de la concesión en especie.
Claro, los solares y edificios deberán ser valorados al precio actual de
mercado, lo que supone ya una merma del valor con que se recibieron, que
soportará la Junta, y que puede dar pie para seguir pidiendo compensaciones.
Deuda histórica, pagos en solares, concesiones
de obras públicas con pago en especie... a mí me parece un chanchullo más que
habría que seguir, no fuera a ser que por ahí también se nos fuera el agua del
cesto.
Recuerdo el chanchullo de la cooperativa de la
UGT, la cooperativa PSV, que le dejó un pufo de 150 millones al ICO, al que le
pagó con bienes de "deuda histórica" de los que el franquismo le incautó a la
UGT y que se los "devolvió" el PSOE de Zapatero. Aunque en esa fecha no se
aceptaba ninguna dación en pago, el gobierno obligó al ICO a aceptar los
inmuebles de la UGT para saldar los 150 millones de deuda. El ICO decidió, en
2010 vendérselos "por vía excepcional", o sea, sin concurso, al PSOE, que, a su
vez, se endeudó a largo plazo con el mismo ICO, sin ninguna garantía
hipotecaria. O sea, y simplificando: el gobierno regala a la UGT edificios del
Estado; la UGT paga con ellos al ICO; y el ICO se los vende al PSOE a bajo
precio. El asunto huele a chamusquina,
¿no le parece, amigo?
Otro día comentaremos las ventas de inmuebles y
solares que forman el patrimonio de las Autonomías, negocios inmobiliarios destinados
a complementar los ingresos de los presupuestos, y que, según dicen, no
alcanzan para nivelar las cuentas; también huelen raro, raro.
Que Santo Domingo de
la Calzada, patrono de la construcción, nos coja confesados.