Por
Pascual Hernández del Moral.
domingo 03 de noviembre de 2013, 00:15h
Yo, amigo mío,
reconozco que no soy un modelo ni de inteligencia ni de prudencia. Soy, según
algunos amigos, un lenguaraz, boca-chancla (que no sé muy bien qué quiere
decir), un poco corto de entendederas, con una inteligencia "pa ir tirando".
Pero leo y escucho por ahí cosas de las que dicen nuestros políticos que me
hacen pensar que soy un dechado de sabiduría y sensatez, comparado con muchos
de ellos.
Porque, vamos a ver,
¿cuántas veces hemos oído a los pijo-progres clamar contra los escraches que ha
montado la señorita Ada Colau, a propósito de la ejecución de hipotecas
impagadas y los correspondientes desahucios, contra todo el que se menea -ministro
de justicia, vicepresidenta, González Pons, la juez Alaya, Carlos Floriano...-,
con participantes de la jet-set como el cachorro de Fraga, don Jorge Vestringe?
Deme datos, querido lector, porque yo no me acuerdo de ninguna. Pues va el
señor Maillo, don Antonio, coordinador de los comunistas verdes andaluces, y se
rasga las vestiduras por el acoso a que sometieron a la señora Susana Díaz en
Málaga algunos alcaldes del PP. ¡Hombre, un poquito de vergüenza torera!
No está bien, y ya lo
he dio otras veces, que nadie acose a nadie: se supone que estamos en un estado
de derecho, y hay órganos e instancias en las ejercer presión sobre quien sea
oportuno. Pero, en la calle, ni Ada Colau y sus mariachis, ni los alcaldes de
Málaga deben hacerlo. Y menos cuando doña Susana Díaz ha demostrado que en su
partido andaluz, la E de "español" tiene sentido. Así se lo ha recordado a su
jefe, Alfredo Perez, en la votación del otro día, cuando Rosa Díaz forzó a tirios y troyanos a manifestarse
sobre el universo decisorio en "el derecho a decidir". Lo dicho: no está bien.
Y que un comunista se perturbe por eso... ¡Fariseos!
La semana que acaba
ha sido maravillosa en perplejidades: el consejero andaluz de justicia e
interior (que vaya usted a saber para lo que sirve) don Emilio de Llera, se
descuelga con manifestaciones de protesta por el dinero gastado en la búsqueda
de Marta del Castillo. Es verdad que se ha gastado mucho dinero, y que el
asesino convicto ha vuelto a burlarse de la policía y de los jueces; pero,
hombre, quizás los menos adecuados para pedir "ahorro" para intentar que unos
padre entierren a su hija, son los miembros del gobierno andaluz. Tiéntense la
ropa, y quédense calladitos: con la décima parte de lo distraído en los ERE´s
se puede levantar medio Sevilla para buscar el cadáver. ¡Calladitos están más
monos!
¿Se acuerdan de estas
palabras de Irene Ramos? Escribe que le gustaría "patear a las víctimas del
terrorismo y luego pegarles un tiro en los huevos". Les aplica el manido
insulto de "fascistas", adjetivo que demuestra gran originalidad a ingenio. Estas
declaraciones fueron muy jaleadas en las redes, lo que demuestra "qué gente
tiene el conde, que ni para comer se sienta", que decían en Arjona, mi pueblo. En un alarde de pudor, parece que
a la parienta la ha expedientado el partido; pero yo creo que, cuando se pase la
violencia de sus declaraciones, la encontraremos de nuevo en el partido, y
desempeñando puestos de más enjundia.
Y, para arreglarlo,
va el secretario general del PSOE de Córdoba, Juan Pablo Durán, y se descuelga
con que "la derecha ni hace prisioneros, ni deja heridos. Sólo sabe matar en
las cunetas que es donde siempre nos han dejado a los socialistas". Esos, a que
se les llena la boca con protestas para que "los muertos entierren a sus
muertos", para acabar con los enfrentamientos ancestrales (de hace ochenta
años), que hablan de olvidar una época en la que las cunetas estaban llenas de
asesinados, de uno y otro bando, a los que se les había dado "el paseo", sobre
la que se hizo ya una transición a la que los comunistas y socialistas
contribuyeron, quieren ahora volver a desenterrar tiempos de sangre y plomo. Yo
me pregunto qué dirían no sólo esos,
sino todos, los de aquí y los de allí, si algún "amigo de la concordia" se
descolgara con una intervención en la que dijera que socialistas y comunistas
perdieron la guerra civil, y que, si les obligaban a ello, volverían a las
trincheras, donde, de nuevo, ganarían, porque los socialistas y los comunistas
son unos cobardes". ¿A que intervenciones de ese tenor sólo contribuirían a emputecer
más de lo que ya está el ambiente? Todos diríamos que ha perdido el norte y la
guía.
España necesita hoy
buen sentido, prudencia, sensatez, cordura, respeto, norte y guía,
inteligencia, en definitiva. Salvo que busquen un nuevo enfrentamiento civil.
Cualquier declaración que vaya en sentido contrario, va contra todos. A la
vista está que muchos de nuestros políticos lo olvidan a diario.
¿Será que su
inteligencia sólo alcanza a preguntar en qué afecta la Ley de Costas a
Guadalajara?