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Apertura del VI Congreso Iberoamericano de Periodismo en Cádiz

La gran 'crisis de la globalización' sólo admite una respuesta: "el constitucionalismo globalizado"

Sólo mediante una Europa federal, con pérdida de soberanía nacional a favor de unas instituciones europeas plenamente democráticas y elegidas por sufragio universal, puede hacer frente a la grave crisis que nos atenaza y a la dictadura marcada por los mercados financieros. Es una de las ideas básicas que ha pivotado en el VI Congreso Iberoamericano de Periodismo inaugurado este jueves en Cádiz. Se tiene que hacer comprender a los 27 países que forman la Unión que el Derecho europeo está por encima del nacional, pero la Unión debe reformarse y unirse políticamente para actuar de forma conjunta y eficaz contra la especulación lanzada desde los sistemas financieros.
Así lo han puesto de relieve, sobre todo, el secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido; la ex vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, o el ex presidente de Colombia, Ernesto Samper. El VI Congreso Iberoamericano de Periodismo ha quedado inaugurado en Cádiz en un acto que contó con la asistencia de la alcaldesa gaditana, Teófila Martínez, cuyo Ayuntamiento ha sido uno de los patrocinadores de este Congreso.

El de Cádiz ha sido, sin duda, "el primer acto político de envergadura después de las elecciones del 20-N", como puso de manifiesto el director de este importante encuentro internacional, Fernando Jáuregui, en la apertura del mismo. "Hoy nace el espíritu de Cádiz", apuntó Jáuregui, y, efectivamente, en Cádiz, 200 años después de "la Pepa", aquella primera Constitución España rebelde y rompedora, en este Congreso se ha lanzado un grito unánime por recuperar la política -y la política-social más concretamente- en contra de la tiranía y de la especulación de los mercados financieros.Pero, ¿cómo atajar ese problema? Sumamente interesante resultó al respecto la intervención del secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, quien ofreció la fórmula del federalismo europeo para salir todos juntos de la crisis. "El siglo XXI inaugura un nuevo Constitucionalismo", un nuevo camino conjunto más allá de experiencias nacionalistas porque "a ésta, que es la gran crisis de la globalización, se tiene que responder con un constitucionalismo globalizado también". No valen ya las recetas meramente nacionales, y los países de la Unión -y sus ciudadanos- tienen que saber que sus Constituciones y las salidas exclusivamente nacionales ya no valen para afrontar el problema.Una parte del poder, según el argumentado muy desarrollado por López Garrido, pasa por su cesión a Europa, porque "el Derecho europeo está por encima del nacional". Por ejemplo, para López Garrido las Constituciones de los 27 países que componen la Unión deberían hacer como la Española: establecer un techo máximo de endeudamiento nacional: no puede ser que España lo haya hecho -reciente reforma del artículo 135 de la Constitución- y Europa no.Sería una pérdida de soberanía a favor de una Constitución Europea, la misma que López Garrido ha urgido para su puesta en marcha. Algo que van a afrontar los líderes europeos en el Consejo del próximo 19 de diciembre: cómo reforzar el gobierno económico, cómo la disciplina fiscal de los países de la Unión -y la posibilidad de una Europa a dos velocidades, porque no olvidemos que no todos están en el euro-, cómo profundizar en la Unión Económica y el corolario de todo lo demás: como avanzar hacia la unidad política.Una autoridad europea de regulaciónEn este sentido, López Garrido abundó en la idea que ya se abre paso entre los 27 -aunque con muchas reticencias- sobre la necesidad de establecer una autoridad europea que controle y regule a los países en materia de disciplina fiscal. Así, la idea que España llevará al Consejo Europeo del 5 de diciembre es que todos los países de la Unión deben establecer un cambio en sus Constituciones similar al realizado por España, para fijar un límite de gasto que no sea posible saltárselo.Ahora bien, sus detractores dicen que eso redundará en una disminución del Estado de Bienestar. Una idea que no admite López Garrido, para quien a partir de Estado de Bienestar debe depender de los impuestos y no de la financiación por la vía del endeudamiento.Cesión de soberanía, reformas constitucionales, mando de Bruselas... pero, ¿a cambio de qué? Una idea que ha flotado en este Congreso, y que expuso perfectamente López Garrido, apoyado luego por la ex vicepresidenta Fernández de la Vega o el ex presidente colombiano Ernesto Samper, es que la cesión de soberanía debe hacerse siempre y cuando la democracia se imponga totalmente en Europa, es decir, en las macro-instituciones que nos tienen que gobernar.Así, por ejemplo, esas medidas de 'cesión nacional' deben venir acompañadas de otras positivas en lo político y en lo social: la creación, ya del eurobono, de tal manera que a un país como España no le cueste financiarse un 7 % mientras a Alemania le cuesta sólo el 1,5 %. Evidentemente, un "eurobono" resolvería esta cuestión.Es el inicio del camino hacia "una Europa federal", que es por lo que aboga, por ejemplo, López Garrido, pero en lo que coincide con Fernández de la Vega, siempre y cuando haya salida también política y social. Pero otra reforma a poner en marcha es que el presidente de la Comisión Europea sea elegido, cuanto antes mejor, por sufragio universal entre todos los ciudadanos de la Unión, lo aumentará el grado de integración nacional en lo multinacional, o una idea novedosa -que, por cierto, aunque en España existe esa posibilidad no ha sido aún reglamentada-, pero que da miedo a muchos: la posibilidad de que los ciudadanos de la Unión puedan presentar iniciativas legislativas propias. El problema está en que si en España, por ejemplo, no hemos desarrollado esta cuestión básica de la democracia participativa, ¿cómo imponerlo en Europa?Pascual Sala y el posibilismo constitucionalLas medidas de cesión de soberanía nacional expuestas en buena medida por López Garrido no requieren necesariamente -no todas, al menos- una gran reforma de la Constitución, como muy bien expuso en la lección inaugural de este VI Congreso el presidente del Tribunal Constitucional, Pascual Sala.Sala, por ejemplo, recordó cómo se ha llevado a cabo la importante reforma del artículo 135 de la Constitución para fijar un techo de gasto en España ante la urgencia comunitaria. En este campo es posible, según su tesis, hacer una interpretación amplia del artículo 193 de la Constitución para acoger el Derecho comunitario en el nacional, sin necesidad de reformar la propia Constitución Española. Jurisprudencia hay al respecto, y el propio Constitucional, en diversas sentencias, ha sentado las bases para que esas reformas sean posibles. Es decir, que ya hay doctrina.Es verdad, no obstante, como reconoció el propio Sala, que la Constitución es algo inacabado. Por ejemplo, "el Título VIII -el de las Autonomías- no es un Título cerrado", luego, es posible abrir el 'melón' constitucional, sobre todo en lo relativo a los artículos 148 y 149 relativo a las competencias exclusivas del Estado. Pero él, como presidente de la Institución que vela por la pureza constitucional, no quiso opinar al respecto.
Es verdad, no obstante, como reconoció el propio Sala, que la Constitución es algo inacabado. Por ejemplo, "el Título VIII -el de las Autonomías- no es un Título cerrado", luego, es posible abrir el 'melón' constitucional, sobre todo en lo relativo a los artículos 148 y 149 relativo a las competencias exclusivas del Estado. Pero él, como presidente de la Institución que vela por la pureza constitucional, no quiso opinar al respecto.

- Más información en la web oficial del Congreso:
http://www.congresonuevoperiodismo.com/
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