Un cementerio nuclear particular para Ascó por falta de gestión gubernamental

Ascó no tiene capacidad para albergar todos los residuos que genera. En 2012 las piscinas en las que, hoy por hoy, verten su basura radioactiva estarán saturadas, por lo que urge la creación de un Almacén Temporal Individualizado (ATI).

En la actualidad, el depósito de El Cabril es de baja y media radiación, pero el dilema surge cuando lo que se entierra es de alta intensidad. El plazo medio para la creación de un almacén de este tipo de materiales es de cinco años, tres para su construcción y dos para formalizar la licencia, lo que se traduce en un retraso inviable: sólo en 2013 estaría listo tal cementerio.

En 2011 ya deberían de empezar a albergarse los primeros residuos en el ATI. Pero el ATI de Ascó no sustituiría al ATC, sino que, una vez creado éste último, lo almacenado en el ATI pasaría al incierto ATC.

“El Plan General de Residuos contempla instalaciones complementarias; nuestra obligación es gestionar los residuos y tenemos que dar soluciones; construir un ATI no invalida el ATC y se utilizarán contenedores que luego podrán transportarse, igual que se ha hecho en la central de Trillo”, ha manifestado el responsable de comunicación de Enresa, Máximo Taranilla.

El ATI se construirá tras diseñar el almacén, concluir el proceso de licencias y sólo después de la constatación de que, efectivamente, el ATC no estará a tiempo.

Frente a la disyuntiva de la que se supone que es una “prioridad” en el VI Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR) del Gobierno (el ATC), las alternativas son pocas y concretas: o cerrar, como abogan los ecologistas, o fortalecer el parque de centrales nucleares para no tener que seguir dependiendo de la energía exterior.