"Contracorriente" se proyectó en Cabo Blanco

Y desde el primer momento se nota que el pueblo les dio mucho más que una simple locación: les prodigó cariño, personas que hasta hoy recuerdan como si fuera ayer el momento del rodaje, que comenzó en noviembre del 2008. Por ejemplo, la familia que prestó la embarcación en la cual muchas de las secuencias de la película fueron rodadas. Y que, dos años después, les abre las puertas de su casa al director como a los actores para que almuercen con ellos.

En Cabo Blanco, Javier Fuentes-León no es el director ganador de un premio en Sundance ni Tatiana Astengo es la importante actriz nacional: son simplemente Javier y Tatiana, aquellos a los cuales los habitantes del pueblo les abren sus puertas como a cualquier otro.

La proyección de la película, que comenzó a eso de las 8 p.m., fue al aire libre: la cancha de fulbito del pueblo sirvió para poner una pantalla y permitir que la gente disfrutara del filme. Pero la fiesta no solamente fue para los más grandes: los niños fueron llevados al local del gremio de pescadores, a unas cuadras de la losa deportiva, para que disfrutaran de una serie de dibujos animados.

“Contracorriente” estaba anunciada como solo para adultos, lo que hizo que muchos niños merodearan el lugar tratando de encontrar qué era lo prohibido del filme. De esta manera, un pueblo entero, con familias incluidas, disfrutaban del espectáculo. Y, cruzando la calle, no faltaban las señoras que, aprovechando la multitud y a falta de canchita, ofrecían sus anticuchos. Una buena forma de ‘recursearse’. Las risas nerviosas en los momentos de las relaciones homosexuales entre los personajes también se hicieron presentes.

Pero el cariño siempre pudo más, y quizá por eso ver cómo los habitantes se acercaban al final para felicitar al elenco y al director resultaba bastante conmovedor. Cabo Blanco, con su gente, agradecía la atención prestada. Una atención que les ha sido negada durante mucho tiempo. Hemingway hizo algo para que el pueblo estuviera en el mapa. Esperemos que “Contracorriente” (o, mejor dicho, el cine) haga algo más.