Sorpresa o no, el 64% dijo estar de acuerdo con que el próximo presidente del Perú sea un empresario. Y no solo eso, el 69% demandó a los empresarios tener una mayor participación en la política, ya sea por su experiencia o porque conocen de economía y de la realidad nacional, o porque son buenos administradores. Sin embargo, un 28% teme que puedan trabajar más para su beneficio que para el del Perú.
CUESTIÓN DE ETIMOLOGÍA
No obstante la opinión de los limeños, al economista e historiador Héctor Noejovich le parece interesante la idea por la definición etimológica de la palabra empresario.
“El que emprende, como lo hicieron -aunque dice que con ciertas reservas por diversos aspectos que no le gustaron de sus gobiernos- Augusto B. Leguía, José Pardo y Manuel Prado”, los presidentes empresarios que tuvo el Perú en el siglo XX.
A quien no le motiva el hecho de que sea un líder corporativo es al también historiador Carlos Villanueva, quien recuerda que esos gobiernos no fueron diferentes a los de otros mandatarios que no tuvieron la experiencia de manejar su propio negocio.
Sin embargo, para el presidente de la Cámara de Comercio de Lima, Carlos Durand, los hombres de empresa de ahora son totalmente diferentes a los que gobernaron al país y que -según asegura- pertenecieron a una cúpula política y económica.
Sostiene que los empresarios peruanos exitosos -como los Añaños, por ejemplo- tienen otras características y gobernarían de manera diferente como lo hicieron en su momento Pardo, Leguía o Prado.
Sin embargo, lamenta que los empresarios no se sientan atraídos por la política, pues en el ámbito público no se manejan los conceptos de eficacia y eficiencia, variables de gran importancia en una organización privada. Y creen, además, que en la política perderían su tiempo.
También destacó que los hombres de negocios están cobrando cada vez mayor notoriedad en el mundo y prueba de ello -agregó Durand- son las elecciones de Sebastián Piñera, en Chile, y Ricardo Martinelli, en Panamá, que fueron elegidos con un gran respaldo popular.
También reconoció que el Perú es un país de emprendedores, muchos de los cuales ya han tenido un acercamiento con la política como congresistas, ministros de Estado o a través de los gobiernos municipales y regionales.
NO ES PARA LOS VIEJOS
Desde las elecciones de 1990, en que un numeroso grupo de empresarios decidió incursionar en la política en las filas del Movimiento Libertad, de Mario Vargas Llosa, no ha habido mayor participación de ese gremio.
¿Y ahora los empresarios quieren participar en política? Para el ex presidente de la Confiep y de la Sociedad Nacional de Minería, José Miguel Morales, la política no los atrae. “No es lo suyo. Su papel es hacer empresa, crear empleo, pagar impuestos y asumir su responsabilidad social. Y no lo que hacen los políticos”, dijo.
También señaló que los empresarios no son los más aptos para asumir una responsabilidad de gobierno. “Al menos no los viejos. Posiblemente, no lo sé, los más jóvenes”, enfatizó Morales.
TRINCHERA DE COMBATE
Para el historiador Héctor López Martínez, la mayor participación de empresarios en política se dio en las elecciones de 1990.
En esa época muchos hombres de negocios se animaron a participar en política para enfrentarse al primer gobierno de Alan García, que intentó estatizar la banca.
López Martínez aseguró que los empresarios tienen mucho que aportar en el manejo del Estado por su capacidad gerencial, “que podría mejorar la administración pública”.
También reconoció que los empresarios dejan oír sus opiniones al Gobierno con más frecuencia, aunque no participen en política. Y sus opiniones -agregó- son más escuchadas. Refirió que en España ellos tienen una gran participación al haber formado una alianza con el Gobierno y los trabajadores, que se reúnen para discutir los problemas del país.
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