Diputados 'chapuceros', según Jordi Sevilla

El ex ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, sigue sin morderse la lengua. A sus habituales críticas contra Zapatero se suman ahora los ácidos comentarios que acaba de publicar en su blog contra el acuerdo que hace unos días cerraron los grupos parlamentarios con el presidente del Congreso, José Bono, para que sus señorías trabajen también en los meses de enero y julio, pese a que la Constitución los consagra como inhábiles. Sevilla, que ya no se sienta en el hemiciclo, opina que el acuerdo es una “chapuza” y explica que debería haberse reformado la Constitución o bien el reglamento de la Cámara para dar encaje a la medida.

El ex ministro comienza con una reflexión general sobre la ‘buena voluntad’ de los políticos, clase a la que él ha pertenecido. “La política viéndola haciendo zapping en la televisión, se parece mucho al arte de aparentar que resuelves problemas y haces cosas, cuando en realidad, ni los resuelves, ni no lo haces porque no puedes, pero tampoco puedes reconocerlo. Hemos construido un sistema político EN EUROPA, basado en aplazar problemas en lugar de resolverlos. Tres ejemplos: el acuerdo sobre Grecia, la tasa sobre el CO2 en Francia y los plenos del Congreso español en julio y enero. Y ni aún así ha sido posible hacerlo bien, reformando la constitución o el reglamento”.

Más adelante se congratula de que “el Congreso ha hecho posible que las vacaciones parlamentarias se acorten y así, veremos sesiones plenarias en julio y en enero. ¡bien!”, dice, mientras recuerda que “cómo Presidente de la Comisión de Cambio Climático intenté en tres ocasiones celebrar sesiones en dichos meses, conseguí el acuerdo unánime de los grupos parlamentarios y fue la Mesa del Congreso quien no me dejó”.

“La Constitución establece los períodos de sesiones parlamentarias excluyendo enero, julio y agosto. En esos meses funciona una Diputación Permanente que se reúne y puede convocar sesiones plenarias extraordinarias. Y lo ha hecho muchas veces. Cambiar eso exigía una pequeña reforma constitucional, fácil y rápida de hacer según los informes de los servicios jurídicos del Congreso. LOS GRUPOS HAN DICHO NO A ESA SOLUCIÓN que convertiría julio y enero en meses normales como febrero o junio. ES DECIR, DESPUES DE RECHAZAR TODAS LAS SOLUCIONES, SE HA IMPROVISADO UNA CHAPUZA QUE SE QUIERE HACER PASAR POR LA GRAN SOLUCION”, concluye el ex ministro.