Y así quedó la cosa.
Mariano Rajoy prefirió ensalzar a
Mayor Oreja sin entrar al fondo de la cuestión, que en realidad supone mucho en la labor de jefe de la oposición. Y es que si Rajoy ratificara explícitamente las declaraciones de Mayor Oreja, ex ministro del Interior, ex líder del PP vasco y ahora dirigente europeo del partido, estaría acusando al Gobierno de una importante operación al margen de la ciudadanía y toda luz y taquígrafos. Algo que en estos momentos dinamitaría y mucho la relación entre los dos grandes partidos y volvería a revolver el panorama político nacional.
Su postura, a dos aguas entre la 'paz' con el Gobierno socialista en esta materia y de respaldo a Mayor Oreja aún no se ha interpretado públicamente por
Zapatero, quien tendrá ya una posición fijada al respecto.
Rajoy, si bien dijo que "Mayor Oreja tiene un profundo conocimiento de la política antiterrorista y hay que escucharle, y yo en estas materias, le escucho", insistió en que apoyará al Gobierno en materia antiterrorista “siempre y cuando no negocie con ETA”. A nadie se le olvida que está funcionando, y muy bien, el pacto de legislatura en Euskadi para sostener un gobierno constitucionalista al margen de PNV y resto de partidos vascos. Pero habría sectores no tan conformes ni tan cómodos en ese contexto, como contamos en
nuestro Diario e-Xclusivo.
De hecho,
Antonio Basagoiti, líder actual del PP vasco y no demasiado cercano a Mayor Oreja, se desmarcó más que nadie de esas declaraciones, por mucho que se haya querido dar más voz, lógicamente, a las palabras de la secretaria general del PP,
María Dolores de Cospedal, quien recordaba que “a día de hoy” no se tienen pruebas de que esté habiendo una negociación con ETA.
Un primer amago de crispación política entre los dos grandes partidos llegó de manos del líder de los socialistas madrileños,
Tomás Gómez, que ha dicho que si Mayor insiste en esas acusaciones se querellará contra él. Es un primer capítulo de una guerra que, ahora, no se esperaba.
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