¿Se llega al final del túnel? Al menos, tras tantas ideas generales, esta tarde el Ejecutivo, con la vicepresidenta
Salgado al frente, mostrará sus cartas. O sea, ofrecerá sus propuesta económica para intentar salir de la crisis, que será escuchada, estudiada y revisada por los partidos políticos para dar sus respuesta unos días después.
Desde luego el panorama sigue sin estar despejado en toda la UE en general y en España muy en particular. Así, mientras
Zapatero, en su condición de presidente rotatorio de la UE, se encuentra en Alemania, junto a
Miguel Sebastián, para saber cuál ha sido la fórmula que les ha ayudado a ir saliendo de la crisis, a pesar del retroceso en el último trimestre. un informe de los Veintisiete muestra que el índice de confianza empresarial ha bajado.
El jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, cuyo país asume este semestre la presidencia del Consejo de la Unión Europea, viajará hoy a Hannover para analizar con la canciller alemana, Angela Merkel, el nuevo plan europeo para el crecimiento económico y la creación de empleo de los próximos diez años y asistir a la inauguración de la feria tecnológica CeBIT, que este año tiene a España como país invitado.
A unas semanas del Consejo Europeo de primavera los próximos 25 y 26 de marzo, Zapatero intercambiará puntos de vista con Merkel sobre el tema central que ocupará a los líderes europeos en esos dos días, la llamada Estrategia 2020 que deberá aprobarse en junio y sustituir a la fallida Agenda de Lisboa, que pretendía hacer de la UE la economía más competitiva del mundo para el horizonte de 2010, han informado fuentes del Gobierno español.
Zapatero ha reiterado en diversas ocasiones que el fracaso de la estrategia de Lisboa se debe a que los objetivos que se fijaron (como aumentar la tasa de empleo al 70% de la población o incrementar la inversión en I+D hasta el 3% del PIB) no se han cumplido porque eran sólo indicativos y no vinculantes. Por ello, defiende que los nuevos objetivos económicos sean vinculantes y que se introduzcan "medidas correctivas" para los países incumplidores.
Los últimos datos siembran dudas sobre la capacidad del sector privado para sostener a la economía cuando el público le suprima la respiración asistida. Y la retirada de estímulos, ya incipiente en algunos países, se acelerará por la presión de las cuentas públicas. El caso de Grecia es el más perentorio: la zona euro le exige un durísimo plan de austeridad a cambio de protegerla del zarandeo de los mercados.
Por su parte, el Reino Unido, que consiguió salir de la recesión en el cuarto trimestre, vive también lastrado por una ingente deuda pública. Aunque el frenazo se centra en Europa, los problemas no se circunscriben a este continente. Japón aceleró su crecimiento a fin de año, pero, a cambio, sufre una dramática caída de precios cercana al 3%.