Los premios se han repartido sin muchas sorpresas, parecía evidente que tras las nominaciones ‘Celda 211’ y ‘Ágora’ eran las grandes favoritas, con ‘El secreto de sus ojos’ como posible sorpresa. En contra de esta última partía el hecho de ser una co-producción argentina (no hay que olvidar que está nominada al Oscar por ese país). Con lo que se ha tenido que conformar con el premio a la mejor película iberoamericana y el de actriz revelación para
Soledad Villamil, en una de esas cosas surrealistas de estos premios pues la actriz argentina lleva trabajando más de veinte años.
Así las cosas el duelo se ha decantado hacia ‘Celda 211’, una película que, sin ser perfecta, ha conseguido algo tan difícil en el cine español como es unir a crítica y público. Sin ser una película redonda, la película de
Monzón se ha beneficiado de la magistral actuación del justamente galardonado
Luis Tosar, cuyo ‘Malamadre’ ha pasado a ser uno de los personajes míticos de nuestra cinematografía.
Este resultado demuestra lo poco acertado de la elección de ‘El baile de la victoria’ para representar a España en la carrera por los Oscar. La película de
Trueba ha sido la gran derrotada de la gala al quedarse sin ningún premio.
En cuanto a la ceremonia en sí, ha resultado menos pesada que en otras ocasiones gracias al buen hacer del presentador
Andreu Buenafuente que, aunque con algún nervio inicial, ha conseguido llevar con soltura un papel poco agradecido. Los agradecimientos de los premiados se han seguido haciendo eternos, pero es lo que hay en una ceremonia de este tipo, todo el mundo quiere aprovechar sus quince minutos de fama ‘warholiana’.
Lo más curioso ha sido lo que ha contado
Almodóvar al explicar como le había convencido
Alex de la Iglesia para que hiciese su participación sorpresa. El director de ‘Hable con ella’ ha dicho que el presidente de la Academia ya le había soplado que
Amenábar iba a ganar el Goya al mejor guión al que el manchego también optaba. Curioso porque en muchas ocasiones parecía que supiesen quién iba a ganar. Así se explica que
Belén Rueda y
Eduardo Noriega le hayan dado el premio al mejor corto a
Mateo Gil co-guionista con Amenábar de “Mar adentro” y “Abre los ojos”, interpretadas por los anteriores; que
Javier Bardem le haya dado el premio al mejor actor a su amigo Luis Tosar o que el actor argentino
Eduardo Blanco haya sido el encargado de darle su galardón a la también argentina “El secreto de sus ojos”.