Esperadísimo debate económico... que sólo servirá para ver otro desencuentro ZP-Rajoy

La tensión con la que se ha venido caldeando estos días el ambiente con un cruce de acusaciones entre socialistas y populares sobre la escasa voluntad para alcanzar un Pacto de Estado anticrisis, pese a los llamamientos del Rey, hace pensar que será un duelo agrio y sin concesiones por ambas partes.

El penúltimo desencuentro entre los dos grupos ha sido ver cómo el portavoz del PSOE, José Antonio Alonso, Rajoy, dejaba para el último lugar en su ronda de contactos con los grupos parlamentarios -que inicia este martes con el portavoz de CiU-, a la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría. El gesto ha sido interpretado por los populares como un auténtico desaire y como un gesto "muy poco serio", mientras los socialistas se sorprenden y se defienden asegurando que ha sido una deferencia hacia el PP para que tuvieran conocimiento de la postura que tomaban el resto de los portavoces. El enfado en el PP es tal que hasta se llegaron a plantear no asistir al encuentro o rebajar el nivel de la representación de su grupo.

Por esto o por aquello, lo cierto es que los prolegómenos del debate no anuncian un panorama de consenso aunque la palabra “Pacto” será la más ‘manoseada’ durante el largo pleno económico. Rajoy, que ha preparado su discurso cuidadosamente estos días, primero en Canarias en donde pasó el fin de semana, y luego en Génova con su equipo económico y la dirección del Grupo Popular, echará las culpas de  ese desencuentro entre ellos a Zapatero. Y viceversa.




Un 'sucedáneo' de moción

En estos momentos, para el líder del PP es muy importante salir victorioso de este duelo que se está tomando como si se tratase de un ‘sucedáneo’ de moción de censura , una iniciativa que el líder de la oposición ya ha reconocido que formalmente no va a presentarla - al menos “de momento”- ,  puesto que es consciente de que no puede ganarla. Además, España ostenta la presidencia de la Unión Europea y hasta que no finalicen estos seis meses no sería muy elegante’ hacerlo y dañaría aun más la imagen de Zapatero.  A partir de  julio…"ya hablaremos", argumentan los populares.

El guión o cualquier ‘novedad’ de su discurso lo guarda celosamente Rajoy hasta mañana pero, según las impresiones recogidas por este diario, no habrá frases grandilocuentes como la que popularizó Aznar con el “váyase señor González”, porque eso sería, señalan en el PP, como remontarse a un pasado con el que pocos quieren identificarse. Sin embargo, su intervención será “durísima” arrojando a Zapatero todos los malos datos que se van acumulando, especialmente del paro,  con el peligro de llegar a los cinco millones de desempleados al paso que va la destrucción de empleo. Por eso le reprochará  que sus medidas no están funcionando. 

El líder de la oposición, no obstante, tenderá la mano nuevamente al presidente argumentando que si sus medidas no funcionan, sea ‘humilde’ y se deje ayudar por el PP y aplique sus recetas que, además de una serie de reformas en profundidad para dinamizar el mercado de trabajo, pasan por la bajada de impuestos y un duro ajuste presupuestario para paliar el desbocado déficit público. Un brindis al sol a estas alturas porque la posibilidad de que se los dos dirigentes políticos se siente tranquilamente a cerrar un acuerdo económico con el resto de los grupos políticos es ya casi una quimera.




Duran se mantendrá "equidistante"

El resto de los grupos tampoco van a andarse con paños calientes con Zapatero. Todos los portavoces, al igual que han hecho en los anteriores debates económicos, leerán la cartilla al presidente del Gobierno y le echarán en cara sus vaivenes y la mala gestión de la crisis, 

Ni siquiera el portavoz de CiU, Josep Antoni Durán i Lleida, cuya intervención va a ser especialmente observada en el PP y el PSOE,  va a dar excesiva tregua a Zapatero al que también le culpará de que no se llegue a un Pacto de Estado en materia económica, como él está propiciando y ha propuesto en reiteradas ocasiones. Durán, no obstante, se mantendrá “equidistante” con Rajoy y Zapatero para que no se interprete que está ‘a partir un piñón’ ni con uno ni con otro, pero sobre todo con el PP partido al que no perdona la presentación de un recurso de inconstitucionalidad contra el Estatut que tiene ‘patas arriba’ el panorama político catalán

Los convergentes están molestos con los populares por haber  ‘filtrado’ el breve encuentro que Durán mantuvo con Rajoy el pasado miércoles en el Congreso fruto -dicen- de una improvisada invitación del líder del PP a tomar un café en su despacho que propició la portavoz popular, Soraya Sáenz de Santamaría, cuando ambos se encontraron en el pasillo poco antes de  que se iniciara la sesión de control al Gobierno. 

Así las cosas, el debate de mañana va a suponer un antes y un después para Rajoy,  que es el que más arriesga, ya que tiene una gran oportunidad de demostrar delante de los suyos, de la sociedad y de los demás grupos de la Cámara, que tiene un discurso ‘sólido’ y creíble, que es una verdadera alternativa  capaz de sacar a España del atolladero en el que se encuentra.