Cuatro veces, cuatro, avisó entre el 1 y el 2 de octubre la fragata 'Canarias' al capitán del atunero vasco 'Alakrana',
Iker Galbarriatu, que se estaba alejando de la zona de seguridad controlada por los buques de la 'Operación Atalanta'.
La silueta del 'Alakrana' se alejaba de la zona, según se podía apreciar en el radar del buque de la Armada. En ese momento se le avisó que estaba muy lejos, fuera del límite de la zona. Según fuentes gubernamentales, la misma llamada se repitió otras tres veces más, según el 'Alakrana' se adentraba más y más en aguas no controladas y, por tanto, expuestas a la acción de los piratas. El capitán del Alakrana ignoró todas las advertencias y comenzó a faenar en esas aguas, hasta que fue capturado por los piratas somalíes ese mismo 2 de octubre.
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