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Cajas: las fusiones y concentraciones, prácticamente diseñadas (1)

Pero ¿cómo va a quedar por fin el panorama de las cajas españolas?

Sigue, a ritmo más lento de lo previsto, el programa de reestructuración de las entidades financieras. Este miércoles, la noticia ha sido la ‘fusión’ de Caja Astur con Caja de Castilla-La Mancha, una forma ‘in extremis’ de salvar a la manchega, que no ha gustado demasiado en medios de C C-LM, cuyos directivos tradicionales alegan que son mucho mayores que los asturianos. Pero no pudo ser otra solución (la más deseada era una absorción por la Caixa, que ni contempló la posibilidad). La semana se cerrará con un 'mapa' de las cajas de ahorro prácticamente concluido, al menos en una primera fase, y con un Rodrigo Rato casi de virtual presidente de la Caja madrileña, la cuarta entidad financiera española tras el Santander, el Bilbao Vizcaya y la Caixa que preside Isidro Fainé.
La decisión del Banco de España de que CajaAstur se haga cargo de la intervenida Caja Castilla la Mancha ha activado los resortes del resto de operaciones que se están diseñando en estos momentos. Las más adelantadas son tres cajas  catalanas: Caixa Catalunya, Manresa y Tarragona.

Los consejos de administración de estas tres entidades dieron luz verde, a mediados del mes pasado, a la creación de la cuarta caja de España por volumen de activos. Un comunicado conjunto señala al respecto que " el primer paso va a ser crear un grupo de trabajo para definir el proyecto de fusión". Dicho grupo ya ha iniciado las reuniones en las que se estudian plantillas,  excedentes de oficinas y participaciones industriales. La Caja resultante sumará más de 81.000 millones de activos y estará dirigida por el actual director general de Caixa Catalunya, Adolf Todó.  A pesar de lo anunciado por Diariocritico de la Economía, Narcís Serra ha decidido no retirarse, por el momento, y presidirá el nuevo consejo de Administración de la Caixa resultante de la fusión. Un consejo de administración que contará con 21 miembros. El presidente, ya oficializado, Narcís Serra, que, repetimos, de momento aplaza su "prejubilación", cuatro vicepresidentes y tres representantes de los trabajadores.

    Los trabajos del grupo que concreta la fusión ya han dado sus primeros resultados. La entidad financiera resultante tendrá una nueva denominación social y una nueva marca, aunque, temporalmente, se permitirá identificar de alguna forma a los territorios de origen. El domicilio social estará en la sede de Caixa Catalunya en Barcelona mientras que las actuales sedes de Caixa Manresa y Caixa Tarragona serán sedes territoriales.

   Las tres cajas suman una plantilla de más de 10.000 trabajadores y una red de oficinas con evidentes excedentes en el área metropolitana de Barcelona de más de 1.400 sucursales.  Esta es la segunda fusión que se negocia en Cataluña. En la primera operación decidieron unirse Caixa Terrassa, Sabadell, Manlleu y Girona. El mapa de cajas en el Principado se reduce a la mitad pasando de diez a cinco. Y siempre con la Caixa, y su presidente, Isidro Fainé, reinando sobre el conjunto del panorama.
 

--Las difíciles fusiones andaluzas--

En Andalucía, el proceso pasa por  un nuevo proyecto de fusión por parte de Unicaja y Cajasur después de que Cajasol haya mostrado sus reticencias a participar en el mismo. Los presidentes de ambas cajas, Braulio Medel y Santiago Gómez Sierra, se reúnen en Málaga para intentar  adaptar los acuerdos de fusión a las modificaciones legislativas introducidas. Según fuentes de ambas entidades, se deberán  marcar las nuevas líneas de negociación de cara a elaborar la documentación necesaria y redactar el proyecto de fusión que deberá ser aprobado por los consejos de administración de ambas entidades.

    En esta documentación se deberán incluir todos los apartados que han sido objeto de modificación y análisis en la nueva Ley de Cajas, como los estatutos, la composición y representación de los órganos de gobierno, los reglamentos o los plazos para  la operación.

    El Banco de España está urgiendo a ambas partes a concluir esta fusión, sobre todo por la situación de la caja cordobesa, cuyos propietarios, el Cabildo Catedralicio de Córdoba, han mostrado sus  reticencias. El pasado mes de agosto, ambos consejos de administración aprobaron el protocolo de intenciones de la fusión en un acto en el que ambos consejos aprobaron el plan de actuación sobre Cajasur que contempla la solicitud de ayudas al Fondo de Garantías de Depósitos, que, al final, se concretará en unos 1.000 millones de euros.

    Mientras tanto, la otra caja candidata a integrarse en este proceso,  Cajasol, ha cerrado una nueva emisión de participaciones preferentes por importe de 250 millones de euros. Según sus gestores, "ello permite mantener la firmeza financiera con una solvencia del 13,2% sobre un ratio que se sitúa cinco puntos por encima del mínimo exigido por el Banco de España  del 8% y que, tras esta emisión se elevará al 14% situándose a la cabeza de las entidades más solventes del país".

    Expertos en  cajas de ahorro interpretan esta reflexión como una negativa rotunda a integrarse en un proceso de fusión con Unicaja y Cajasur, lo que ha molestado sobremanera a Braulio Medel, el presidente de Unicaja,  quien, en círculos privados, insiste en que su Entidad se está utilizando para hacer de apagafuegos de las cajas andaluzas en apuros como es el caso de Cajasur, "y encima con reticencias de sus gestores que quieren llevarse un trozo mayor de la tarta en el reparto a través de la situación angustiosa por la que atraviesan". Medel está muy molesto con  el gobierno de Griñán, que parece resignado a que Cajasol se quede fuera de la concentración de cajas lo que impedirá el objetivo de la Junta de crear "la gran caja andaluza".
 

--Comunidad Valenciana: ¿hay algo?--

En cuanto a la posible fusión  de la caja de Ahorros del Mediterráneo y  Bancaja que generaría la tercera caja de España en activos, todo parece indicar en que se quedará en un proyecto, por mucho que el Gobierno de  Francisco Camps intente, por todos los medios, acercar posiciones. De momento, el presidente de Caja Mediterráneo, Modesto Crespo, señala que las palabras del vicepresidente de la Generalitat, Gerardo Camps, animando a estudiar una fusión, son "una opinión personal" del Conseller y que sobre ese tema "no hay nada planteado en CAM". 

   Por su parte, el presidente del Consejo Territorial de CAM en Alicante, Armando Sala, destaca que "el conseller habló de una cosa que a él le podría gustar, pero esa opción, hasta dónde yo sé, no se ha planteado y, si se llegara a plantear, primero lo tendría que estudiar el consejo de administración y luego resolverlo una asamblea".

   En fuentes de Bancaja, por su parte,  se señala que en diferentes ocasiones se ha barajado tal hipótesis. "Se ha hablado al respecto, - comenta a diariocritico de la Economía una fuente próxima a la presidencia de la entidad que prefiere guardar el anonimato-,  y se ha visto la duplicidad de oficinas y clientelas y el solapamiento es muy grande por lo que, de momento, técnicamente la fusión es inviable". La competencia de Caja de Ahorros del Mediterráneo, CAM y Bancaja es muy grande en la comunidad valenciana, y Bancaja  sigue manteniendo su política expansiva al resto de España. Además, ambas entidades no pasan por problemas de solvencia por lo que no necesitan llevar a cabo una operación para fortalecer sus activos aparte de las consabidas emisiones de participaciones preferentes para obtener la liquidez.

  Las cajas valencianas, en todo caso, no están por la labor de una movida drástica en ningún sentido, dijo un directivo de Bancaza a este diario.


--Galicia: no hay casi nada--

En Galicia lo único que hay, hasta el momento, es una declaración de intenciones por parte de la Xunta, concretadas en una apuesta por la fusión de Caixa Galicia y Caixanova, que algunos ven como una absorción. En este sentido, la consejera de Hacienda, Marta Fernández Currás, manifestaba hace unos días que “olviden personalismos estériles. Apostamos por una caja solvente y eficiente". El Gobierno gallego cree que, a medio plazo, si no se integran ambas cajas gallegas estarán más débiles para competir. Pero las resistencias locales siguen ahí, pegadas a las sospechas de que la fusión obligará a cerrar cientos de sucursales (tienen 1.425 oficinas) y a un recorte profundo de las dos plantillas, que suman 8.678 personas.

    El camino hacia la caja única en Galicia que quiere alumbrar el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo chocó con la primera piedra a mediados de julio, cuando Mariano Rajoy deslizaba su apuesta entre las cajas de distintas comunidades, advirtiendo que, en caso contrario, las consecuencias serían desastrosas. Y puso como ejemplo las de su tierra: "si se fusionaran Caixanova y Caixa Galicia tendrían que cerrar un porrón de sucursales y poner en la calle a muchísima gente". Pocos días después, el portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, seguía apostando por promover fusiones entre entidades financieras de distintas comunidades. Pero parece que en el territorio del que es originario Rajoy, sus propios correligionarios no están por la labor.
 

Navarra: fusiones virtuales

Parece que la solución intermedia está en las llamadas "fusiones virtuales". La más llamativa es la llevada a cabo entre dos entidades aparentemente antagónicas, no sólo por la distancia territorial que separa a sus oficinas, sino por la manera diferente de hacer negocio. La Caja de Ahorros de Navarra –banca “cívica", es la marca que pretenden alcanzar-- y Caja Canarias, no obstante, siguen su proyecto de fusión virtual, aunque han rebajado, y mucho, sus pretensiones iniciales. De momento, la concreción de esta operación queda en una sede en Madrid para una corporación industrial que agruparía las participaciones industriales que poseen ambas entidades. Eso sí, las de segundo orden porque si hablamos de grandes proyectos corporativos, las direcciones de ambas entidades han dejado claro que "no los dejarán en manos de terceros".

El mapa de fusiones de cajas de ahorro se cierra con algunas que todavía siguen buscando pareja para este baile. Caja Cantabria aparece como candidata a ser pareja de varias de ellas. Pese a todo, en la presidencia de la entidad cántabra se insiste en que "no hay nada". La intención de sus gestores es integrarse en una operación que culmine con un grupo de cuatro o cinco entidades sin descartar ninguna ni por tamaño, ni por proximidad geográfica. Eso sí, la resultante deberá ser una caja con una política similar a la que desarrolla Caja Cantabria. Y en este sentido, la Caja de Ahorros de la Inmaculada, la CAI, que se ha quedado sin Caja Castilla la Mancha a pesar de que era la más firme candidata a quedarse con ella,  es la que mas gusta a los cántabros. Aún así, habrá que tener en cuenta el proyecto, del que no se ha vuelto a hablar más, de fusión entre las denominadas "cajas católicas" , cuya propiedad está mas o menos vinculada a la Iglesia Católica, entre otras, además de CAI, el Circulo Católico y Caja Burgos.

    Pero mas bien  estas cajas parecen encaminadas a alianzas de tipo tecnológico, utilizando el modelo llevado a cabo por las cajas rurales. Las últimas noticias señalan que CAI, Caja Rioja, y Caja de Canarias han dado un paso más en la alianza tecnológica, Atca, que comparten hace 18 años incorporando al sistema institucional de protección, SIP un acuerdo que permite integrar sus políticas de riesgos y gestión financiera y de tesorería. Caja Cantabria quiere entrar a formar parte de este grupo. Hasta ahí llega.

 

El jueves, capítulo 2 y último...

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