La Administración de Barack Oba,a descarta reunirse con la delegación del nuevo gobierno de Honduras que viaja este martes a Washington para iniciar un diálogo con la Organización de Estados Americanos (OEA), pero “seguramente” lo hará con el depuesto presidente Manuel Zelaya.
“No sabemos nada de una delegación viniendo aquí, pero si es del régimen de facto, el Departamento de Estado no se reuniría con ellos”, porque se trataría de un gobierno que Estados Unidos no reconoce, indicó su portavoz, Ian Kelly, en su rueda de prensa diaria.
El portavoz explicó que Zelaya se reunió el domingo brevemente en El Salvador con un representante norteamericano, quien les transmitió que regresaría este martes a Estados Unidos, aunque señaló que aún no se fijaron encuentros con Zelaya. "Pero estoy seguro de que nos reuniremos con él a un alto nivel”, añadió.
El domingo, horas antes del frustrado retorno del depuesto mandatario a su país, el secretario de Estado adjunto de Estados Unidos para Latinoamérica, Thomas Shannon, y el consejero adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca para América Latina, Dan Restrepo, se reunieron con Zelaya en El Salvador.
Otro portavoz del Departamento de Estado indicó a la agencia EFE que no hay planes de reunirse con el presidente derrocado ni con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, ni con otros altos funcionarios. Zelaya dijo el domingo, según la cadena Telesur, que preveía entrevistarse el lunes en Washington con Clinton.
El objetivo de la Casa Blanca sigue siendo la restauración del orden democrático en Honduras, lo que implica el “regreso del presidente democráticamente electo a Tegucigalpa”, insistió Kelly. La agencia Reuters, por su parte, asegura citando fuentes oficiales que sí hay previsto un encuentro de Clinton y Zelaya.
El presidente despuesto intentó volver el domingo a Honduras, pero el nuevo gobierno de Roberto Micheletti se lo impidió y Zelaya aterrizó finalmente en El Salvador.
Kelly también deploró “el uso de la fuerza en los últimos días contra manifestantes en Tegucigalpa”, después de que enfrentamientos entre seguidores de Zelaya y militares en el aeropuerto de Tegucigalpa dejaran un saldo de dos muertos y diez heridos.
Por último, instó una vez más “al régimen de facto y a todos los actores en Honduras a que se abstengan de cualquier acto de violencia y busquen, mediante el diálogo, una solución pacífica, constitucional y duradera a la división seria que hay en ese país”.
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