¿Ha sido de 'mal cristiano' negociar con ETA? ¿Usted qué opina?

La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha entrado en los problemas del ‘siglo’ y, en su CCVII reunión, ha aprobado una Nota ante los comicios del próximo 9 de marzo en la que dan ‘orientaciones’ a los católicos: no se contentan con pedir el voto sólo a partidos que defiendan sus valores cristianos, sino también han pedido expresamente que no se vote a los que no negocian con terroristas. Es decir, al Partido Socialista.

         La reacción no se ha hecho esperar, y la Ejecutiva Federal del PSOE ha emitido una durísima nota como se recuerda antes: se incluyen calificativos como ‘inmorales’, ‘hipócritas’ y ‘malintencionados’, y les piden que se ocupen de sus propios asuntos.

         Dicen los socialistas que “cualquier organización tiene derecho a expresar sus preferencias políticas” y que si los obispos quieren apoyar al PP, están en su derecho, ya que “los obispos y los dirigentes del PP se han pasado toda la Legislatura manifestándose juntos en contra de las leyes de derechos civiles que ha aprobado el Parlamento”. Y, de la misma manera, el PP “ha secundado las posiciones del sector más duro de los obispos y ahora el sector más duro de los obispos apoya al PP”.

         Hasta ahí todo claro, pero “lo que es inmoral es que los obispos, como el PP, utilicen el tema del terrorismo para hacer campaña electoral. Si no hay que votar a los partidos que han dialogado con ETA, no hay que votar a nadie porque ningún partido cumple ese requisito. Con ese criterio, no se hubiera podido votar a Adolfo Suárez, ni a Felipe González, ni a José María Aznar. Todos ellos dialogaron con ETA e incluso alguno de ellos, como Aznar, con un obispo como intermediario. Es, por tanto, un argumento hipócrita y malintencionado”.

         Los socialistas afirman también que la inmensa mayoría de los españoles, católicos y no católicos, defienden el Estado constitucional, y defienden una sociedad laica, en la que cada persona tenga derecho a vivir según sus propias ideas y creencias sin que nadie imponga su doctrina a los demás. “Es evidente que los obispos que han firmado ese comunicado no creen en esa sociedad. Por eso están tan lejos de la sociedad española de hoy”, dicen.