"Uno siempre quiere que todo esté rápido, tener ya las obras, las tribunas. En este momentos estamos bien, pero estamos sobre el límite, no nos podemos atrasar porque esto nos traería preocupaciones muy grandes", manifestó el dirigente.
Añadió que cree que Colombia, que ha sido sede de una Copa América, torneos juveniles de fútbol y otros eventos deportivos, puede dar "un buen punto" en cuanto a la organización y la capacidad hotelera, e insistió en que la preocupación principal en la actualidad es la adecuación de los escenarios.
"Es que dependemos de terceros, del aparato público, de cuándo sean entregados los dineros y las licitaciones. Todo esto tiene tiempos de ley y es lo que más me preocupa, pero afortunadamente tenemos un gobierno comprometido con el desarrollo del evento", enfatizó.
A dos años del Mundial Sub'20, los estadios El Campín, de Bogotá; Metropolitano, de Barranquilla; Pascual Guerrero, de Cali; Atanasio Girardot, de Medellín, y Palogrande, de Manizales, carecen de los requisitos exigidos por la FIFA, aunque las obras están en la 'etapa de diseño', según Bedoya.
Las obras, que incluirán camerinos, zonas para la prensa, cámaras de seguridad, sillas, pantallas electrónicas y adecuación de tribunas, entre otras, costarán el equivalente a 68 millones de dólares que serán aportados por el gobierno colombiano y las alcaldías de las ciudades sedes del certamen.
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