No es una exclusiva la del periódico
El Mundo, que publica en portada que
Baltasar Garzón logró el dinero que pagó su curso en Nueva York. Tal y como informa la página web del Centro Rey Juan Carlos I de la Universidad de Nueva York, fue el magistrado quien se encargó de lograr los fondos para el ciclo de conferencias, un dinero que salió del Banco Santander.
¿Qué tiene de llamativo? Pues que como indica este diario, Garzón, nada más llegar a España y reincorporarse a la carrera judicial, inadmitió una querella contra
Emilio Botín, presidente de la entidad financiera. ¿Casualidad o acción intencionada? El caso es que este tema es antiguo: en su día se descartó que el juez cometiera prevaricación por ello pero el Tribunal Supremo sugirió que merecía una sanción por falta disciplinaria: debería haberse abstenido.
La noticia
la adelantó en primicia Diariocrítico el pasado jueves 12 de marzo. Según denunciaba el abogado
Antonio Panea, un letrado que le está buscando la cosquillas al juez, Garzón habría recibido
“100.000 dólares por cada una de las diecisiete conferencias dadas bajo la rubrica ‘Diálogos transatlánticos’ con dinero salido del Banco Santander o entidad ligada a él”.
En total, serían 1,7 millones de dólares, según la denuncia. (
leer noticia).
En definitiva, otro golpe para el juez, que últimamente no gana para disgustos. Su charla de 12.000 euros para UGT en Asturias tuvo su aquél. Y tampoco estará muy contento con las fotografías que estos días publica
La Razón de su viaje a Perú. Si bien fue a una conferencia de dos horas con licencia, el juez permaneció 7 días en la selva de ese país. De su foto con el mono de la selva también ha habido muchos comentarios.