"
Ante las entidades financieras siempre tenemos que ser exigentes. Hay una percepción y el ministro de Industria traslada un estado de ánimo que existe en una parte de las empresas españolas", dijo
Zapatero en la inauguración de la nueva sede de la Comisaría General de la Policía Científica.
Con estas declaraciones, el líder del Ejecutivo respaldaba a
Sebastián, que horas antes aseguraba que los bancos
"son los principales culpables de esta crisis" y destacaba que al Gobierno
"se le está acabando la paciencia" con las entidades ante la restricción del crédito. Todo vale para calmar la situación, ahora que incluso se habla de
huelga general.
A su parecer, es necesario que bancos y cajas de ahorros "
hagan un mayor esfuerzo en la cadena de sucursales que preparen las instrucciones para que hagan más esfuerzo en evaluar" las solicitudes de préstamos. Según precisó, al Gobierno "
le consta que hay proyectos empresariales que requieren una financiación de empresas que tienen una tradición".
Zapatero insistió en que la responsabilidad y obligación del Gobierno ante la crisis es
"sumar esfuerzos desde la exigencia", si bien consideró necesario ser conscientes de la necesidad de que el sistema financiero siga siendo solvente y sólido.
El presidente, quien ayer mantuvo una reunión con los presidentes de las principales entidades españolas, que calificó de "
positiva", indicó que ha pedido "
el máximo esfuerzo posible" a los banqueros para que los fondos lleguen al mayor número posible de familias y empresas.
"
Ante la grave crisis económica, el Gobierno tiene la máxima responsabilidad, pero no la única, y la obligación de liderar al conjunto de los actores", aseveró Zapatero.
Según explicó, los banqueros le trasladaron ayer la caída de la demanda de crédito registrada por la crisis económica, así como que la concesión de crédito ha cambiado a la luz de las mayores dificultades para obtener recursos en el mercado internacional.
Asimismo, los primeros espadas de la banca española le indicaron al presidente que, dado que las expectativas económicas a corto plazo no son buenas, las entidades financieras adoptan una actitud más conservadora en la asunción de riesgos.