El Director General de Patrimonio Verde del Ayuntamiento de Madrid, Federico Sepúlveda, y el Director del Área de Medio Ambiente de ImesAPI, Carlos Fernández, explicaron en las jornadas de Medio Ambiente de Madridiario la importancia de la colaboración entre la administración, las empresas privadas y los ciudadanos para poder mantener unos criterios de sostenibilidad real en la jardinería urbana.
En su intervención, Sepúlveda explicó que el criterio de sostenibilidad de los jardines municipales se rige actualmente por la creación de espacios verdes basados en una planificación urbanística y una gestión territorial que permita su mantenimiento y su desarrollo optimizado.
"Los ciudadanos reclaman más y mejores zonas verdes porque relacionan la calidad de vida a estos lugares, por eso hay que planificar profundamente su ejecución desde la iniciativa pública, como normalizadora de cada intervención en ese sentido; desde las empresas, como ejecutoras de los proyectos; y desde los ciudadanos, como usuarios de esos espacios públicos".
El Director General de Patrimonio Verde incidió en que se ha variado el concepto de jardín de los grandes jardines, de influencia europea y menos sostenibles a un concepto más ecoeficiente.
La Ordenanza de gestión y uso eficiente del agua de Madrid implica la reducción del gasto de energía y de la producción de residuos generados y fomenta el empleo de técnicas y materiales que mejoren la biodiversidad y la sostenibilidad social. "Se trata de establecer un nuevo modelo de jardín, diferente del parque histórico, que atiende a nuevos criterios en el control del consumo de materiales y en su reutilización como agua reciclada o compost".
Trabajo práctico
Carlos Fernández explicó el criterio que sigue ImesAPI para crear y conservar estos jardines sostenibles. El proceso supone implantar sistemas de calidad con los que se controlan los requisitos y las operaciones a realizar, aplicar los sistemas medioambientales con los que se determinan los aspectos medioambientales y legales y programar el control de residuos, la programación de seguimiento y medición, el control de materias primas y emisiones y la planificación de la obra o servicios.
"Todo este trabajo previo permite reducir, en la práctica, los costes de gestión y el gasto de recursos materiales", aseguró Fernández. Entre otras medidas, este especialista de Imes API avanzó que se trabaja con las últimas tecnologías para controlar el gasto y evitar el derroche, usando materiales biodegradables recibidos del compostaje, y mejorando la calidad atmosférica utilizando automóviles responsables con el entorno en el momento de la ejecución de la obra.
Sepúlveda destacó, por su parte, la importancia de la participación ciudadana en este sentido a través del uso responsable de las superficies ajardinadas de la ciudad, que superan las 5.625 hectáreas, es decir, 17 metros cuadrados por habitante.
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