Fuentes de la compañía explicaron que la mejora de las operaciones "no se debe al fin de la huelga de celo de los pilotos" sino a que es "más fácil" encajar los vuelos cuando otros factores, como el mal tiempo, no interfieren.
"Un 76 por ciento de puntualidad no es una cifra buena, teniendo en cuenta que normalmente Iberia alcanza el 80 por ciento, pero no es una mala cifra en comparación con los días anteriores. La cosa va a mejor", explicaron desde Iberia.
La compañía presidida por Fernando Conte achaca las alteraciones de las últimas semanas a una supuesta huelga de celo que inició el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) el pasado 4 de diciembre tras romperse en su momento las negociaciones para la renovación del convenio.
De esta forma, desde principios del pasado mes hasta el 11 de enero la compañía se vio obligada a cancelar más de 1.000 enlaces y registró retrasos en más de 7.000 vuelos, lo que afectó a más de un millón de pasajeros, pese al alquiler de más de 200 aviones.
Iberia estima que la acción de los pilotos ha supuesto para la compañía unos costes de unos 20 millones de euros. En este sentido, la aerolínea presentó una demanda contra el Sepla por los daños y perjuicios provocados, en la que exige al sindicato el pago de 13 millones de euros, y abrió expedientes a 41 pilotos acusados de secundar la huelga.
Por su parte, el Sepla, que niega tajantemente las acusaciones, ha presentado una demanda contra Iberia y tres directivos de la compañía por llevar a cabo una "campaña perfectamente orquestada", que provoca "un estado de tensión y crispación de los pasajeros contra los pilotos que ha producido ya diversos e importantes incidentes que pueden provocar desgracias".
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