La delegación china, encabezada por el presidente del Comité Organizador de los Juegos Pekín 2008, Liu Qi, recibió de manos del presidente del Comité Olímpico Heleno, Minos Kiriaku, la llama olímpica que emprenderá su camino hacia la capital del gigante asiático.
Las fuertes medidas de seguridad dispuestas por la policía de Atenas evitaron que una docena de activistas impidieran la entrada de la última relevista de la antorcha al estadio.
No obstante, las autoridades chinas reforzaran las medidas de seguridad que rodearán la llegada del fuego olímpico a Pekín por miedo a nuevas acciones de protesta por la situación en Tíbet y la falta de libertad de expresión.
Los organizadores de los Juegos han limitado en el último momento el número de periodistas extranjeros que podrán acceder a la ceremonia de una hora que tendrá lugar en la fuertemente custodiada Plaza de Tiananmen.
"Por motivos de seguridad las plazas se redujeron repentinamente", aseguraron en el comité organizador, que borró 24 medios extranjeros de la lista de acreditados pese a que anteriormente habían recibido ya la conformidad a su solicitud.
Los organizadores temen nuevas acciones de protesta similares a la que se produjo en la ceremonia de encendido de la antorcha en la antigua Olimpia, en Grecia, cuando miembros de Reporteros Sin Fronteras irrumpieron en mitad del acto pidiendo libertad de expresión en China.
El horario del festejo en la Plaza de Tiananmen, escenario de la sangrienta represión del movimiento democrático de 1989, se ha mantenido en secreto hasta un día antes del acto.
Grupos de tibetanos en el exilio llamaron a manifestarse a lo largo del recorrido de la antorcha por el mundo contra la actuación de las fuerzas de orden chino en el Tíbet. Además, también quieren actuar grupos de defensa de los derechos humanos y críticos con el papel de China en la crisis de Darfur, en Sudán.
La llama olímpica llegará a Pekín en un vuelo de la compañía aérea Air China. Desde el aeropuerto, el fuego será trasladado en un vehículo hasta la Plaza de Tiananmen. Un día después, la antorcha saldrá ya hacia Almaty, en Kazajstán, para continuar con el relevo más largo en la historia olímpica.
El fuego viajará luego a Estambul y San Petersburgo, dos paradas que se consideran no problemáticas. Sin embargo, sí se esperan grandes protestas cuando la antorcha llegue a Londres el 6 de abril.
En su recorrido de 137.000 kilómetros, la llama volverá a Pekín el 4 de mayo, para iniciar una gira de tres meses por más de 100 ciudades chinas y ascender incluso a la cima del Everest. Los tibetanos en el exilio se quejan de que la ascensión del fuego a la cima más alta del mundo tiene como objetivo mostrar el dominio chino sobre la región.
Si (
No(
