Esa es al menos la versión que ha ofrecido el propio Eduardo Zaplana en una conversación informal con un grupo de periodistas seleccionados por su jefa de prensa cuidadosamente y con total ‘discreción’ la noche del miércoles. Varios medios fueron excluidos de la lista, entre ellos este diario y un conocido rotativo valenciano muy crítico con el portavoz del PP.
En su charla, Zaplana manifestó que se sentía aliviado después de tantos días de tensión y de haberle comunicado a su líder su deseo de que no quería “ninguna responsabilidad política” después de que le preguntara qué es lo que quería hacer. Sobre su posible sucesor, Zaplana no quiso mojarse ni dar nombres, pero tanto ante Rajoy como ante los periodistas dejó marcado el perfil que a su juicio debe de tener: “Un dirigente con peso político y experiencia”, lo que en principio excluye a Pizarro, muy bisoño en las artes parlamentarias.
Al parecer, a día de hoy, Rajoy no tienen decidido quien podría hacerse cargo de esta importante portavocía cuyo titular tendrá que negociar acuerdos y conocer muy bien los entresijos de la vida parlamentaria. Claro, que conociendo las malas relaciones que le unen a Esteban González Pons, su nombramiento para este puesto sería un duro varapalo para Zaplana, quien, sin citarlo en ningún momento, comentó también que ya le había dicho a Rajoy que él ya sabía lo que piensa sobre algunas personas.
Al ser preguntado por qué no tomó la palabra el pasado martes durante la reunión del Comité Ejecutivo celebrado en la calle Génova, en donde Rajoy anuncio que se presentará a la reelección en el Congreso que el PP convocará en junio, el ex portavoz popular señaló que no le pedía el cuerpo intervenir, sobre todo después de escuchar las cosas que oyó durante la reunión, durante la cual tomaron la palabra casi todos los barones del PP, incluido Francisco Camps, con el que sigue manteniendo un duro enfrentamiento.
Zaplana, casualmente -aunque sin referirse en ningún momento a Camps-, puso como ejemplo de algunas de esas frases oídas allí que le sorprendieron la que pronunció el presidente de la Generalitat valenciana después de escuchar al líder decir que continuaba: “Mariano, acabas de ganar las elecciones de 2012”.
Sobre el próximo Congreso Nacional su opinión es que el mejor candidato es Rajoy, pero cree que sería fresco que hubiera más candidaturas. Su intuición es que este cónclave va a ser el único que celebrará el PP antes de las próximas generales de 2012; es decir, que el líder que salga de allí será también el candidato electoral y no habrá ningún Congreso más. También es partidario de que haya un debate interno profundo sobre los resultados electorales.
Zaplana defendió su gestión, lógicamente, al frente de la portavocía parlamentaria a lo largo de estos cuatro años y aclaró que toda la estrategia que ha mantenido su grupo en el Congreso había sido autorizada por Rajoy y la dirección del partido, incluida la dura línea de ataque sobre el atentado del 11-M. El ex portavoz del PP llegó a preguntar a los periodistas si se habían pensado que él iba por libre. También desveló que acudió a la manifestación de los obispos por obligado cumplimiento, vamos, que por él no hubiera ido.
También sabemos que tuvo el detalle de defender a su compañero Ángel Acebes, todavía secretario general del PP, del que dijo que si le quitan sería la mayor injusticia que podrían hacer, se supone que Rajoy que ya ha anunciado que será él el que elija esta vez a su “equipo", cuya composición solo desvelará un día antes de que se celebre el Congreso del PP en junio.
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