El Teatro Albéniz ofrece una versión clásica pero actual de 'Don Juan Tenorio'

Continuando con los 150 años que lleva sobre los escenarios el texto de Zorrilla, esta versión nace en el 2006 cuando Santiago Sánchez, de la compañía L'Om Imprebís, recibió el encargo desde Alcalá de Henares y, ante el éxito de afluencia, el espectáculo comenzó una gira de más de 60 funciones en varias ciudades españolas. Llega ahora al Albéniz con un verso que, tal y como ha explicado Sánchez, ha sido tratado para ajustarse a la "limpieza y claridad" contemporánea, pero, a la vez, cuidadosamente mimado para que conserve la dimensión histórica.

Muertos que vuelven a la vida como símbolo romántico, duelos de guante y florete, pasión religiosa y carnal al unísono, conventos e infiernos y, como rasgo distintivo, "una maravillosa historia de amor", según el director valenciano, será lo que se encontrará quien se acerque a este Don Juan. Esa "pasión enamorada" -que Zorrilla retrata y otros autores no, según Sánchez- ha sido clave en el planteamiento escénico del director valenciano, que ha dividido en dos partes el espectáculo.

Mientras que en la primera se suceden las escenas de cartas, las conquistas y la multiplicidad de decorados y máscaras, en la segunda Don Juan y Doña Inés viven, a raíz de una apuesta, un "sentimiento nuevo y desconocido para ellos hasta entonces" y él pierde esa dimensión "tópica" y mujeriega. "Intentamos rescatar la grandeza del personaje para quitarle de encima el prejuicio que tiene la gente y ver su profundidad y su vitalidad", ha comentado Gil sobre su personaje, mientras que, en Inés, el objetivo ha sido retratar el recorrido de niña a mujer y "del amor espiritual al carnal", según la actriz Alba Alonso.

En esa segunda parte aparecerán las sorpresas más destacadas del montaje, ya que todas las escenas se unen en un mismo espacio y los personajes, convertidos en esculturas vivas, se vuelven "pensamiento y memoria" de la existencia de Don Juan. Otro aspecto importante es el musical, del que se encarga una orquesta de siete músicos, dirigida por Yayo Cáceres y Manuel Coves, que interpreta en vivo piezas que van de la tradición popular al canto coral y a la percusión, piano, dulzaina, acordeón o violonchelo.

Se da la casualidad además de que durante este mes coinciden en Madrid otras dos cosmovisiones del mito. Por un lado 'Don Juan, Príncipe de las Tinieblas', dirigida por Hermann Bonnin y con textos del escritor Josep Palau i Fabre en el Teatro Español y, por otro, 'El burlador de Sevilla o El convidado de piedra', una visión libre del británico Dan Jemmet en La Abadía.