IU: El tercer frente

Lo que está pasando en Izquierda Unida de Madrid no lo entienden ni los propios militantes de Madrid. O sí lo entienden, porque está siendo demasiado evidente: Gregorio Gordo y Angel Pérez se habían hecho con el control de la organización en la Comunidad e hicieron una 'limpieza étnica' sin precedentes, propia de otras organizaciones con las que IU no quiere tener "nada que ver".  Entre los 'caidos' está la cabeza de Inés Sabanés, uno de los valuartes más serios y solventes de IU y una de las políticas que mejor gestión municipal ha realizado a lo largo de su ya dilatada trayectoria en el Ayuntamiento madrileño. Pero eso no importaba nada a Gordo y Pérez. Se trataba de rodearse de los 'adeptos': nada de 'renovadores' como Sabanés y Fausto Fernández, otro de los pocos nombres con 'tirón' electoral de IU en la Comunidad.

Finalmente, este 'moobing' político ha sido tan clamoroso que la dirección de IU, a través de su Comisión Federal de Garantías, ha empezado a tratar de 'poner orden' en todo esto: poner 'veto' a las maniobras escasamente democráticas de Gordo y Pérez. Pero ahora hay un gran riesgo. Mientras PSOE y PP se enzarzan en una lucha sin cuartel por repartirse el trozo más grande de la tarta electoral madrileña que se va a poner en liza en mayo, IU podría haber caido en una especia de 'anorexia' política, en un suicidio, en el 'harakiri' de dilapidar, ella solita, las pocas o muchas --más bien escasas-- posibilidades electorales que tiene.