Continúa el bloqueo bipartidista a las renovaciones del Constitucional

Se trata de una iniciativa similar a la que aprobó el Parlamento catalán antes de que el Alto Tribunal dictara su sentencia sobre el Estatut y también fue planteada en el Senado, que la tomó en consideración y la envió al Congreso en junio del año pasado, donde está bloqueada acumulando ya 37 prórrogas del plazo de presentación de enmiendas.  Renovación bloqueada El portavoz de Justicia de CiU, Jordi Jané, ha defendido la iniciativa recordando que el Congreso tiene pendiente desde el pasado renovar cuatro miembros del Tribunal Constitucional (uno de ellos fallecido en 2007) y que los propios magistrados que han agotado su mandato han optado por renunciar para forzar la sustitución. Además, del cese automático de los magistrados que estén más de un semestre con el mandato caducado, los nacionalistas catalanes planteaban la imposición de plazos al tribunal para emitir determinadas sentencias y proponían evitar sentencias interpretativas ante leyes orgánicas o estatutos de autonomía. Jané avisó a los dos grandes partidos que, sino no son capaces de renovar el Tribunal Constitucional y tampoco aceptan reformar la ley, difícilmente pueden exigir a la sociedad el cumplimiento de los plazos en sus obligaciones ciudadanas. La propuesta de reforma fue respaldada por Esquerra Republicana, el BNG y el PNV, pero contó con el rechazo de los dos partidos mayoritarios. Arturo García Tizón, del PP, advirtió de que el cese automático de los miembros del TC, lejos de dar una solución, provocaría el "colapso total" del tribunal. PSOE: la culpa es del PP El socialista Jesús Quijano quiso dejar claro que la responsabilidad de la falta de acuerdo en renovar el TC es del PP y reprochó a CiU su tono de "reprimenda" y su "injusta equidistancia" entre los dos grandes partidos. A su juicio, ese bloqueo de la renovación "no es una cuestión de modificar reglas, sino de buena voluntad".