El PSOE espera que Zapatero al menos 'marque los tiempos' de su sucesión en el Comité Federal del sábado

Pese a los numerosos intentos de la cúpula del PSOE de rebajar la tensión y la expectación creada de cara a la celebración del cónclave, todos los ojos van a estar puestos en el discurso que realice Zapatero, que será público y abierto a los medios. Y si en el Comité Federal del pasado día 5 de marzo, de carácter extraordinario, al final todo quedó en agua de borrajas, en esta ocasión, aunque se insista de nuevo en lo mismo, son muchos los dirigentes del PSOE que esperan “alguna señal” del líder que apacigüe a los barones y calme las aguas ante la cercanía de las elecciones municipales y autonómicas. Una doble cita ante la que Zapatero les exigirá como siempre el máximo esfuerzo para movilizar a los votantes y remontar los pésimos pronósticos de las encuestas, que es precisamente uno de los motivos por los que muchos le reclaman que despeje de una vez su futuro político para evitar que  el PP la convierta en un plebiscito a su persona.    Problemas añadidos   Pero, aparte de la evidente agitación interna, éste conclave se celebra en unos momentos cada vez más difíciles para el  presidente del Gobierno, embarcado de repente en la guerra de Libia y con las inesperadas e inquietantes revelaciones de las supuestas actas de la negociación con ETA que han logrado resquebrajar  de nuevo la unidad con el PP en materia antiterrorista, algo que ha causado estupor e indignación en el PSOE al comprobar como el propio Rajoy da credibilidad a la banda La lectura que muchos hacen de este cambio de estrategia es que, por una parte, en el PP temen que Rubalcaba se convierta finalmente en el rival de Rajoy y quieren “quitarle de en medio como sea”. Y por otra, “que estén vislumbrando síntomas de que la economía puede ir remontando  y se les acabe ese discurso”.    En 2007 ya dijo que sólo dos mandatos Al margen de estos dos asuntos,  que seguramente merecerán algún comentario del líder socialista, la intriga está en ver sí despeja la incógnita de la sucesión, que salvo él y su esposa, Sonsoles, nadie sabe a ciencia cierta en qué dirección irá y si lo anunciará el sábado. Sin embargo, hay un dato que algunos esgrimen para afirmar que Zapatero ya tiene decidido no optar de nuevo a la reelección. El hecho de que en 2007 ya dejara caer en ciertas conversaciones privadas que a él le parecía bien dos mandatos y que su intención era esa, como hizo José María Aznar sin que se organizara tanto revuelo. Fue José Bono quien cometió la indiscreción de contarlo, provocando una tormenta contra él en el PSOE.    Luego, hay otro factor añadido. El hecho de que la disposición adicional quinta de los Estatutos establezca que el cargo de secretario general solo puede ocuparse por tres mandatos, periodo que Zapatero cumplirá en 2012, año en el que ‘toca’ convocar el próximo Congreso Federal para renovar a la cúpula. Claro, que como comentaba un veterano  diputado que ha vivido todo tipo de situaciones en el partido, “solo hay que modificar las reglas en el propio cónclave y se soluciona el problema” , ya que de lo contrario -si Zapatero decidiera continuar también como candidato, claro- se abriría un bicefalia, experimento que en el PSOE cuenta con antecedentes nefastos.     Expectación con el PSC El otro foco estará puesto en las intervenciones y en cómo se posiciona cada cual. Porque se esperan muchas intervenciones. Una de las que más expectación despierta, -además de la de Zapatero, claro- es la de la delegación catalana del PSC, con Miquel Iceta a la cabeza, dado que la ministra de Defensa, Carme Chacón, parece estar dispuesta a entrar en la batalla sucesoria, como al parecer ha anunciado en reuniones internas a sus compañeros. A su lado están al menos Tomás Gómez, secretario general del PSM; y el líder castellano manchego, José María Barreda, así como el grupo de dirigentes que en algun momento se han visto 'damnificados' por el líder - o por José Blanco-, como el canario Juan Fernando López Aguilar.   El resto de los barones, según diversas informaciones, se inclinan por cerrar cuanto antes un acuerdo en el que, aunque se abra el proceso de primarias para cumplir las normas, no se presente nadie, salvo Rubalcaba, y que el ministro del Interior sea el cabeza de cartel para 2012, con la previsión de que pierda pero evite la mayoría absoluta del PP. Después se convocaría el Congreso Federal en el que se abrirían otras primarias para designar secretario/a general del PSOE. Un pacto que en estos momentos parece complicado pero no imposible. - Lea también: Lo que no se dirá en el Comité Federal, por F.Jáuregui Bono sigue 'recibiendo': se reúne una hora en su despacho con Blanco López Aguilar, en el lobby pro Chacón para presidenta sustituta