El 3 de mayo de 2006, en el despacho de Grande-Marlaska se hallaban presentes, además del juez, el inspector-jefe -hoy comisario- Carlos Germán, jefe del operativo conjunto hispano-francés; su superior orgánico, el comisario Cabanillas, y un fiscal. Así consta en el sumario del 'caso Faisán' a través de una declaración del comisario Cabanillas, según ha sabido Diariocrítico de fuentes absolutamente solventes.
Sobre las 13.00 horas, Grande-Marlaska recibió una llamada, que según Cabanillas era de Baltasar Garzón, entonces en excedencia en Nueva York, donde estaba realizando unos cursos -por los cuales está ahora encausado en el Tribunal Supremo-. Marlaska, sustituto eventual de Garzón en el Central de Instrucción número 5, pasó el teléfono al inspector-jefe Carlos Germán, que tenía ya ultimado el operativo para iniciar, al día siguiente, una operación contra el aparato de extorsión de ETA, operación en la que podría caer también el dirigente ya fallecido del PNV Gorka Agirre, ex burkide del Euzkadi Buru Batzar. ¿Qué habló Garzón con Grande-Marlaska y especialmente con Carlos Germán?
Ése, precisamente, es uno de los puntos por donde va a seguir la acusación popular en el caso del bar Faisán, que actualmente instruye el sucesor de Garzón, el juez Pablo Ruz, toda vez que un día después se produjeron dos hechos básicos en este tema: el chivatazo supuestamente policial a ETA que impidió la detención del aparato de extorsión etarra y la entrevista que en el Palacio de La Moncloa mantuvieron ese mismo día el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el del EBB del PNV, Josu Jon Imaz.
Es de destacar, y es un dato que no se le escapa a las acusaciones populares, y en especial a la representada por Dignidad y Justicia, que uno de los que posteriormente negociaron con ETA, el abogado -hoy consejero del Poder Judicial- José Manuel Gómez Benítez, era íntimo amigo de Garzón, de quien además fue abogado, y hombre de confianza del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Las 'actas' de la negociación con ETA, ¿en la Audiencia Nacional?
Por otro lado, se cree que el juez Pablo Ruz tiene en su poder las 'actas' que el etarra Francisco Javier López Peña, alias 'Thierry', levantó de sus sesiones negociadoras mantenidas con los representantes del Gobierno durante los últimos seis meses de 2006. No son 'actas' oficiales, sino las notas que 'Thierry' tomaba de lo que decía cada uno en las reuniones negociadoras y que le fueron incautadas al etarra tras su detención por la policía en mayo de 2008.
Las 'actas' las conservaba la juez antiterrorista francesa Laurence Le Vert y, presumiblemente, se las pasó al juez Ruz con los resultados de la comisión rogatoria remitida por éste a Francia. Según algunas fuentes, esas 'actas' conforman la pieza secreta levantada en el 'caso Faisán'. Esas 'actas' resumen lo que los tres negociadores españoles durante 2006 -Jesús Eguiguren, Javier Moscoso y José Manuel Gómez Benítez- ofrecieron a los etarras si dejaban las armas.
Según datos no confirmados, en esa pieza secreta el juez Pablo Ruz ha tomado ya declaración a Jesús Eguiguren y podría haber hecho lo propio -o estaría en vías de hacerlo- con Moscoso y Gómez Benítez.
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