Diego 'vs' Rajoy

Diego tiene todo el derecho a hacer crítica política, que para eso es oposición. Rajoy no la tenía cuando por delante de la unidad contra el terrorismo situaba sus intereses partidistas.

Pero al margen de las razones o sinrazones están las formas. Cuando Rajoy acusaba al presidente de España de cómplice de ETA y traidor a las víctimas del terrorismo, perdía la poco o nula razón que anidara en sus argumentos.

Cuando Diego sigue, cuatro años después de haber visto a su partido apeado del poder, con el traca-matraca de la, en su opinión, indignidad de que sea presidente de Cantabria el líder menos votado, no es solo un acto de contumacia, sino que denota falta de reflejos y un nivel de análisis político propio de parvulario.

Vaya por delante que estoy encantado de haber fallado en mis previsiones sobre la reunión Zapatero-Rajoy y que mi escepticismo sobre la actitud del líder opositor se haya visto revocado por la realidad.

Espero que en esta ocasión, a diferencia de lo que ya ocurriera en el anterior encuentro del 28 de marzo de 2006, las palabras conciliadora de Rajoy al salir de La Moncloa no se diluyan entre el griterío histérico de hooligans mediáticos o sufran de precisiones revisionistas por el ala dura del partido.

Lo que no espero es que Diego se baje del burro y cese en sus análisis de maestro Ciruelo de los resultados de las elecciones de hace cuatro años y de las de hace cuatro días.

Su última reflexión (?) ha sido negar el efecto Revilla y achacar la perdida de votos del PSOE al enfado de los votantes de este partido porque Lola Gorostiaga hubiera hecho presidente al líder regionalista, que, ¡ojo al dato!, habría sido el beneficiario de los votos de los cabreados.

Así que según Diego los votantes del PSOE, enfadados con su partido por apoyar al PRC, habrían acudido a las urnas para votar al PRC. Un genio. Y una lástima que no se dedique a la ufología política.

Por cierto, como idea para la próxima conferencia de Prensa del presidente del PP, y sin ánimo de ofender ¿podría explicar Diego porque habiéndolo hecho tan bien en la oposición los ciudadanos le votan menos y pierde un escaño en el Parlamento? Y de paso, ¿cómo explica su derrota electoral frente al arrasador triunfo, en la difícil plaza de Santander, de su por el momento número dos, Iñigo de la Serna?