La 'vieja guardia' del PSOE, anteriormente felipista, no está nada cómoda ni con la situación española, en términos generales, ni con la situación interna en la familia socialista, en términos más particulares. Las críticas contra Zapatero y sus 'chicos y chicas' arrecian y la preocupación resulta evidente en las diversas reuniones que destacados altos cargos de la etapa felipista están manteniendo de forma discreta durante los últimos meses en Madrid.
Sin ir más lejos, el pasado lunes se celebró un almuerzo en la capital madirleña al que asistieron antiguos altos cargos -y algunos ex ministros- de Felipe González. Se habló, naturalmente, de Zapatero, a quien tacharon de auténtico desastre nacional, y no sólo por la política económica -'inexistente', se escuchó decir- del Gobierno, sino por la tensa situación política y social en la que habría devenido el zapaterato.
No se salvó de la crítica casi nadie del Gobierno, pero tampoco los actuales dirigentes del Partido Socialista, sobre el que los asistentes -algunos fueron miembros de la Ejecutiva Federal- mostraron rechazo expreso hacia la 'número tres', Leire Pajín, y expresaron su preocupación de que no exista ningún recambio en las filas socialistas. Es decir, que después del zapaterato sobrevenga la nada en el PSOE.
No se trata -por el momento, al menos- de ninguna conjura, ni mucho menos de una conspiración interna. Pero es una prueba palpable de que la familia socialista empieza a estar muy mal avenida.
Si (
No(
