Las ciudades pueden clasificarse en dos categorías: aquellas que se limitan a gestionar lo inmediato y las que se atreven a soñar con nuevos horizontes. Rivas Vaciamadrid ha optado por unirse al segundo grupo. En un contexto marcado por la precariedad, la soledad y la polarización, es fundamental que la ciudad no se reduzca a un mero tablero de infraestructuras. Se requieren barrios vibrantes que fomenten conexiones, plazas que estimulen la imaginación y comunidades que generen poder colectivo.
Con esta visión, nace el festival Ágora Rivas 2030, una iniciativa que transforma la ciudad en un laboratorio abierto para experimentar nuevas formas de convivencia, deliberación y creación de futuros compartidos. Del 15 al 18 de octubre, Rivas se convertirá en el escenario de talleres, conferencias, conciertos y actividades culturales centradas en lo común: el deseo de construir una vida más habitable, democrática y sostenible.
Un festival con enfoque social
El evento cuenta con el respaldo del Ministerio de Derechos Sociales y está promovido por el Ayuntamiento de Rivas, bajo la coordinación del equipo gestor Hexagonal. Su programación se estructura en torno a cuatro ejes fundamentales que afectan la vida cotidiana de los ciudadanos: clima, democracia, vivienda y comunidad.
Estos ejes no solo se traducen en experiencias concretas, sino también en preguntas profundas: ¿cómo transformar el miedo en vínculos?, ¿cómo cuidar a quienes sostienen la vida?, ¿cómo reivindicar la alegría como política pública? Ágora Rivas 2030 busca establecer una conexión entre barrio y utopía como un alegato contra el odio y el miedo, invitando a repensar la ciudad desde el afecto y la imaginación.
Cultura y reflexión en acción
"El barrio representa lo cercano, lo necesario y lo cotidiano: la escuela, la biblioteca, el mercado, la plaza. La utopía amplía nuestra perspectiva hacia lo improbable, lo deseado y lo transformador", afirman Josep Maria Folch y Raúl Oliván, responsables del evento. Juntos forman una agenda dual que atiende tanto lo urgente como lo estructural, recordando que combatir narrativas tóxicas implica generar confianza compartida en los espacios comunes.
A lo largo de cuatro días, Rivas será un hervidero de convivencia, aprendizaje y creatividad. Espacios como la plaza del Ayuntamiento, el centro cultural García Lorca y el auditorio Pilar Bardem acogerán charlas, talleres, mesas redondas y espectáculos. Se abordarán temas como el genocidio en Palestina o la soledad con figuras como María Barrier e Inés Hernand. Además, Los del Orden Mundial presentarán su visión sobre la Agenda 2030 como una brújula global para construir un futuro justo y sostenible.
Talleres participativos para todos
No obstante, el festival va más allá de simplemente escuchar; toda la ciudad participará activamente. Habrá talleres de co-creación abiertos para imaginar soluciones a los desafíos actuales; un taller de narrativas para resignificar el presente; un laboratorio de innovación social; así como un taller de urbanismo familiar donde grandes y pequeños podrán diseñar juntos su visión de Rivas.
JUVENTUD EN EL CENTRO DEL DEBATE
La juventud jugará un papel crucial en esta conversación. Están llamados a compartir escenario con creadores de contenido e influyentes seguidos en redes sociales. Incluso personal municipal y responsables políticos participarán en un taller de innovación urbana diseñado para fomentar la empatía y mejorar la escucha dentro de las políticas públicas.
Un llamado a imaginar juntos
"La apuesta es clara: frente a quienes ven la ciudad como un lugar meramente funcional o una acumulación de ladrillos, Rivas se presenta como un espacio vivo donde coexisten imaginación urbana y utopía", concluyen desde Hexagonal. Este festival amalgama conocimiento, celebración, reflexión y arte; música, poesía, teatro y comedia coexistirán con laboratorios ciudadanos y procesos creativos.
"Rivas Ágora 2030 es una declaración de intenciones", afirman sus organizadores. "Es una ciudad que reivindica su derecho al futuro desde la comunidad mientras celebra una política basada en la alegría". En este sentido, convertir la imaginación en herramienta transformadora es esencial: "El futuro no se hereda; se conquista".