El uso de Ozempic y medicamentos similares ha sido vinculado a la pérdida de visión repentina y severa, incluso ceguera, según un estudio publicado en JAMA Ophthalmology. La rápida reducción de los niveles de azúcar en sangre provocada por estos fármacos podría dañar los vasos sanguíneos del ojo, resultando en condiciones irreversibles como la neuropatía isquémica anterior no arterítica (NAION). Ante esta situación, Novo Nordisk, el fabricante del medicamento, se encuentra bajo el escrutinio público por su marketing agresivo que minimiza los efectos secundarios graves asociados con Ozempic y otros tratamientos relacionados.
Expertos en salud han expresado su preocupación y sugieren que los pacientes deben ser cautelosos al usar estos medicamentos. Recomiendan aumentos graduales en las dosis y la implementación de encuestas post-comercialización obligatorias por parte de la FDA para evaluar adecuadamente los riesgos.
Casos alarmantes reportados
Algunos usuarios de Ozempic han informado sobre pérdidas de visión súbitas y severas, con casos extremos que incluyen ceguera tras una sola inyección. Este medicamento, desarrollado por la farmacéutica danesa Novo Nordisk, ha sido promocionado como una solución milagrosa para el control del peso y la diabetes. Sin embargo, un número creciente de incidentes plantea serias dudas sobre la seguridad de estos fármacos ampliamente publicitados.
Un estudio reciente reveló nueve casos en Estados Unidos donde pacientes experimentaron pérdida de visión tras utilizar semaglutida (el principio activo en Ozempic) o tirzepatida (presente en Mounjaro). En un caso notable, una mujer se despertó ciega del ojo izquierdo después de su primera inyección. Aunque suspendió el tratamiento inicialmente, lo reanudó debido a su diabetes y posteriormente perdió visión en el ojo derecho. Otro paciente sufrió daños en los vasos sanguíneos retinianos tras un año usando semaglutida.
Mecanismos detrás del daño visual
Los especialistas sugieren que la rápida disminución de los niveles de azúcar en sangre puede afectar negativamente a los vasos sanguíneos oculares, provocando condiciones como NAION, que causa pérdida irreversible de visión. Este trastorno afecta anualmente a aproximadamente 6,000 estadounidenses, especialmente aquellos con diabetes o hipertensión. Sin embargo, el hecho de que estas condiciones aparezcan repentinamente en usuarios de Ozempic ha generado alarmas entre los profesionales médicos.
El Dr. Bradley Katz, oftalmólogo en la Universidad de Utah y autor principal del estudio mencionado, subraya la necesidad de precaución: “Estos medicamentos son muy efectivos para reducir el azúcar en sangre; sin embargo, una reducción rápida puede causar hinchazón en el nervio óptico”. A pesar de que el mecanismo exacto aún no se comprende completamente, existe una correlación clara entre el uso de estos fármacos y la pérdida visual.
La responsabilidad de la industria farmacéutica
Novo Nordisk y otras compañías farmacéuticas han promovido intensamente Ozempic como una solución ideal para perder peso y controlar la diabetes, frecuentemente minimizando o ignorando sus efectos secundarios graves. Este medicamento, derivado del veneno del monstruo Gila —un lagarto venenoso— ha suscitado escepticismo sobre su seguridad para uso humano. Su ascenso meteórico a la popularidad ha sido impulsado por respaldos de celebridades y el fervor mediático, eclipsando las crecientes preocupaciones sobre sus riesgos potenciales.
A pesar de los informes alarmantes sobre efectos adversos severos, la Academia Americana de Oftalmología no ha recomendado dejar de usar estos medicamentos; más bien aconsejan a los pacientes con problemas visuales consultar a sus médicos. Mientras tanto, las autoridades sanitarias danesas están investigando el vínculo entre semaglutida y pérdida visual.
Los expertos continúan instando a la cautela. El Dr. Katz aconseja que aquellos que comienzan o aumentan su dosis lo hagan gradualmente para reducir el riesgo asociado con caídas rápidas en los niveles de azúcar. También pide a la FDA que implemente encuestas post-comercialización para entender mejor la incidencia real de estas complicaciones.
A medida que crece la popularidad de Ozempic y medicamentos similares, los informes sobre ceguera repentina sirven como un recordatorio serio sobre los peligros potenciales detrás del atractivo ofrecido por soluciones rápidas. Si bien estos tratamientos pueden haber beneficiado a algunos pacientes, el aumento constante de evidencia que relaciona su uso con efectos secundarios severos exige mayor vigilancia y responsabilidad por parte de las grandes farmacéuticas. Actualmente, tanto pacientes como médicos deben sopesar cuidadosamente los beneficios frente a los riesgos involucrados.