Con autoridad y jerarquía Argentina pasó por arriba a Polonia y la ilusión mundialista está más fuerte que nunca

Scaloni había sorprendido al realizar cuatro cambios, donde sin dudas el más sorprendente fue el de Julián Álvarez por el goleador Lautaro Martínez. Los otros fueron más lógicos, la vuelta del Cuti Romero por el gran Lisandro Martínez, el regreso de Molina por Montiel y la ratificación de Enzo Fernández tras su gran aparición contra México haciéndose dueño de la mitad de cancha.

Y así salió a la cancha, con paciencia, sin desesperarse, tocando y tocando hasta encontrar los espacios, con una zaga central impasable, anticipando a los delanteros polacos. Muchas veces se decía que a este equipo argentino le faltaba jugar contra equipos europeos, y si bien es cierto, quedó demostrado que a esta selección no le importa el continente del rival, sino confiar en sus posibilidades, mostrando que las individualidades quedan de lado ante el juego en equipo, con un gran grupo humano que deja el ego de lado pensando en el objetivo en común.

El primer tiempo argentino fue muy bueno, con cinco situaciones claras, y hasta con un penal que el muy arquero polaco, la gran figura del encuentro, le sacó a Messi. También había tapado un disparo de Messi, otro de Julián Álvarez, e increíblemente desvió un tiro de esquina que se le metía por el segundo palo. También Acuña tuvo sus posibilidades, pero así y todo el cero se mantuvo tras los 45 minutos iniciales, con una Argentina convencida que si seguía por ese camino el gol irremediablemente iba a llegar, mientras que Polonia se aferraba al empate que le daba la clasificación a los octavos de final.

Sí el primer tiempo Argentina había demostrado una superioridad, lo del segundo tiempo ya fue un escándalo. Ya de entrada nomás un centro bajo desde la derecha ejecutado por Molina fue muy bien aprovechado por Mac Allister que colocó la pelota lejos del gran arquero polaco generando el delirio de un estadio colmado por la hinchada argentina.

El gol consolidó aún más la posesión y dominio del juego del equipo de Scaloni, tocando y tocando ante una Polonia que no salía, y cada vez que amagaba a ir en cortar el circuito de juego, quedaban mal parados por lo que seguían aferrados a la ilusión de no recibir más goles y que México no goleara para pasar de ronda.

Las situaciones se siguieron generando, y el segundo tanto estaba al caer. Y los dos jugadores en los que Scaloni había confiado como Enzo Fernández y Julián Álvarez se juntaron para que el delantero del Manchester City la pusiera lejos del arquero para cerrar un encuentro que en los papeles aparecía como muy complicado.

Polonia siguió con su esquema amarrete, mientras que Argentina tocaba y tocaba y seguía despilfarrando situaciones, Tagliafico -de gran entrada- Álvarez, Messi y Lautaro tuvieron sus chances, mientras que Scaloni seguía moviendo el banco encontrando respuestas de todos los que ingresaban.

El dos a cero quedó corto, pero la sensación que el equipo está listo para las grandes batallas, y en lo que fue la mejor actuación de la primera fase, lo más importante es que no se dependió de Messi, que a pesar de haber tenido una buena actuación, no participó de manera directa en ninguno de los dos goles.

Ahora habrá que pensar en el sábado, increíble que a pesar de haber terminado en el primer lugar, prácticamente no tiene descanso, y esto puede llegar a influir en el desgaste de algunos jugadores, especialmente Di María que salió tocado. Pero lo demostrado hoy, y pensando que el rival es Australia, se vislumbran buenos tiempos para esta selección, aunque, cómo quedó demostrado ante Arabia, no habrá que confiarse, pero sí saber que si se sigue por este camino, el sueño mundialista es posible.