Pero en estos momentos hay 2 versiones sobre el caso Messi y sólo una puede ser la que se ajusta a la realidad.
Versión víctima
La primera de las versiones de lo sucedido pasa por presentar a Messi como la víctima de la operación. Esta teoría la están sosteniendo algunos medios y aficionados culés, que están asegurando que Messi se encontraba de vacaciones muy a gusto esperando que se cerrarse su reincorporación al club de su vida.
Había terminado su contrato el pasado 30 de junio y ahora tocaba inscribir de nuevo su ficha, después de negociar su salario. Algunas fuentes apuntan a que entre fijos y variables, el argentino ganaba 71 millones de euros limpios procedentes del Barça.
Ambas partes, conscientes de la crisis financiera del club presidido por Joan Laporta y también de la situación general del fútbol por la pandemia, habían acordado que Messi se bajara su ficha a más o menos la mitad de ese dinero. Había acuerdo y el astro argentino había dado su 'ok' a la operación para poder continuar.
Sin embargo, al Barça no le han salido las cuentas y, según esta versión, ha dejado tirado al jugador por intereses financieros. Se apunta a que el nuevo director general del club, Ferran Reverter, vetó la operación porque la entidad azulgrana está casi en bancarrota, con una deuda de casi 1.000 millones y en serio peligro de viabilidad. Es la teoría que apunta la 'SER', que recoge la incredulidad de La Liga, presidida por Javier Tebas, por esta baja de Messi, cuando todo parecía hecho para que continuase.
Habían aparecido, de repente, 2.700 millones de un fondo de inversión extranjero para La Liga, de los cuales el Barça se iba a llevar unos 300 de manera casi inmediata. Era una forma de ligar al jugador al club y garantizar que la gran estrella del fútbol español no se marchase a otro campeonato.
El jugador estaría ahora en 'shock' y sin equipo a falta de unos pocos días para que empiece la temporada. Todos los clubes tienen las plantillas cerradas y las cuentas hechas, y no se sabe dónde podría encajar. Messi se ve fuera de grandes clubes, que son precisamente los únicos que podrían afrontar sus aspiraciones económicas.
Versión verdugo
Pero no todos creen que Messi sea la víctima de lo ocurrido. Primero se recuerda que el argentino dejó caer su contrato, dejando que finalizase el 30 de junio sin pronunciarse de cara a los aficionados, dejando la puerta abierta. Hay que recordar que ya el pasado año, en 2020, envió el famoso burofax a la directiva del entonces presidente Bartomeu para comunicar que se iba, rompiendo unilateralmente su contrato.
Messi ya se iba a ir hace una temporada y ahora se limitó a centrarse en su selección nacional y ganar la Copa América, sin tranquilizar a su afición. Y la realidad, según esta otra versión, es que Messi no quiso ceder tanto en sus emolumentos ni aspiraciones.
El argentino se habría negado a bajarse tanto el sueldo y además pidió refuerzos para tener una plantilla competitiva, ya que el Barça no deja de bajar enteros desde los tiempos más brillantes de la pasada década. A ambas cosas no pudo llegar el club azulgrana, que habría comunicado al argentino que rompía las negociaciones.
Sin embargo, por amor de Messi al club y de éste a su estrella, ambas partes habrían pactado no intercambiarse reproches en esta fase de ruptura. El Barça apuntará a La Liga como culpable, como ya insinuaba su comunicado oficial, responsabilizando a la normativa española sobre los equilibrios presupuestarios en lo que a masa salarial se refiere. El argentino, salvo sorpresa, también evitará culpar al club y pasará página.
Si (
No(
