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Un dos a cero injusto

En su mejor partido de la Copa, Argentina no pudo contra el VAR y una mezquina selección brasilera
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En su mejor partido de la Copa, Argentina no pudo contra el VAR y una mezquina selección brasilera

Un arbitraje que influyó demasiado en el encuentro

Por Eduardo Fleming
miércoles 03 de julio de 2019, 00:21h
Si uno no vio el encuentro, y ve el dos a cero final, seguramente creerá que el seleccionado local venció sin inconvenientes al equipo de Scaloni, pero si se sienta a ver el resumen del encuentro se va a dar cuenta la cantidad de ocasiones desperdiciadas por los argentinos, y la envidiable efectividad de los brasileros, que, a su vez, y por si faltara algo, contaron con la invalorable ayuda del VAR; que lo usan para lo que se les da la gana. Messi lo dijo clarito, se cansaron de cobrar boludeces en toda la Copa América y hoy no fueron al VAR, aunque no creo que hagan nada porque maneja todo Brasil.
Una jugada puntual podría definir perfectamente: a los 25 minutos del segundo tiempo en un ataque argentino, cuando el Kun Agüero va a buscar una habilitación y Dani Alves lo cruza cometiéndole un claro penal, y de esa misma jugada llegó el segundo de Brasil en esta oportunidad a través de Firmino. Usted dirá…¿y el VAR? Bien gracias, a festejar el segundo de Brasil para tranquilidad de la corrupta CONMEBOL.

Más allá de los “errores” arbitrales, se vio en la cancha un equipo comprometido con la causa, dominando durante casi todo el juego, maniatado por momentos por un Brasil que optó por replegarse y salir de contra, con jugadores habituados a este tipo de sistema.

Así en el primer tiempo Brasil tuvo una sola ocasión, y la misma terminó en la red, luego de una exquisita jugada, en la que los brasileros tocaron a su antojo–una lástima para ellos y para el espectáculo que no jueguen así más seguido- y Gabriel Jesús solo tuvo que empujarla, mientras que Argentina tuvo un remate de Paredes que se fue cerca, y un cabezazo del Kun que dio en el travesaño, con un Messi que buscaba y encaraba faltándole solo la estocada final para llegar al arco de Allison.

La segunda etapa el conjunto de Scaloni dejó más espacios y estuvo muy cerca de conseguir la igualdad, especialmente tras un remate de Messi que dio en el palo, y el rebote que volvió a ganar el diez con un centro que Agüero estuvo muy cerca de tocarla para empatar.

Ya jugado, y acariciando el empate, llegó la famosa y comentada jugada, que aún siguen protestando en todo el país, penal al Kun y gol de Firmino, y ya con dos goles de diferencia los brasileros empezaron a tocar, algo que indignó por el hecho de considerar que los estaban “gastando” con el resultado a favor. Así y todo el equipo siguió buscando y aunque parezca reiterativo, faltando cinco minutos, en un corner Arthur directamente fue a buscarlo a Otamendi, y nuevamente entró el VAR en escena, y lógicamente por si las moscas diría alguno, decidieron mirar para otro lado y esperar que finalizar la semifinal sin ningún riesgo de igualdad.

Aunque falte el juego por el tercer puesto, como balance de esta Copa, lo primero que tendrán que hacer los dirigentes es buscar un entrenador de jerarquía para hacerse cargo del plantel –más allá del buen partido ante Brasil- y de ahí en más soñar con esta base que dejó el torneo con jugadores que realmente aprovecharon la oportunidad, como Paredes, De Paul, Lautaro Martínez y Foyth, otros que demostraron que ya se ganaron un lugar en el plantel, como Tagliafico y Acuña, y las dos estrellas que no pueden faltar. Por un lado Agüero demostró su capacidad y sus ganas para seguir dando el presente y ser un delantero imprescindible y Messi que va a seguir buscando lograr algo que largamente merece en la selección.

En el debe, quedaron muchas dudas en la dupla de zagueros centrales, donde ni Otamendi ni Pezella pudieron ratificar lo que hacen en sus clubes, Di María que ya pareciera tener un trauma con la selección. Otro jugador “discutido” como Dybala, tuvo destellos de su calidad, y dejó el crédito abierto de cara al futuro.

Ahora resta terminar la Copa de la mejor manera, sin Acuña ni Martínez suspendidos, para terminar con esta insólita transición en la dirección técnica, y tratar de hacerse respetar más y no dejarse robar como en la noche de hoy.
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