"He dejado pasar un poco de tiempo, con el fin de que arreglasen algunas cosas como la escuela, pero desde el primer momento he sentido que tenía que venir por vosotros. Sencillamente para nada más que orar. Oro por vosotros. Cercanía y oración, esta es mi ofrenda a vosotros. Para que el Señor os bendiga a todos vosotros y la Virgen os cuide en este momento de tristeza y dolor y de prueba", sostuvo el pontífice argentino en su visita.
"Vayan adelante, siempre hay futuro, hay tantos seres queridos que nos han dejado. Han caído aquí, pidamos a la Virgen por ellos, lo hacemos todos juntos", agregó después antes de rezar el Ave María, según informó el Vaticano.
El Papa, acompañado por el obispo de Rieti, monseñor Domenico Pompili, ha visitado nada más llegar las instalaciones de la escuela provisional, donde los niños de Amtrice tratan de seguir las clases con normalidad. Después, ha ingresado en la llamada 'zona roja' -un área cerrada al tráfico por motivos de seguridad- que ha visitado custodiado por los bomberos.
El Papa almorzó con 60 ancianos que perdieron sus casas durante el terremoto y que viven en la Residencia Sanitaria Asistencial San Raffaele Borbona en la provincia de Rieti. Todavía hoy unas 4.000 personas viven todavía en las tiendas de campaña instaladas para los desplazados.
El pasado domingo, Francisco afirmó en el vuelo de regreso de su viaje a Azerbaiyán, que quería realizar esta visita "privadamente" y "solo", "como sacerdote, obispo y papa" para estar más cerca de la gente.
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