Media Catalunya
lunes 28 de septiembre de 2015, 00:19h
Si España no es otra cosa que la suma de los españoles, pero no sólo España, sino cualquier país, nación, pueblo, tribu o familia del mundo, que no es sino la suma de cuantas criaturas lo componen, raro sería, o mejor, imposible, que hubiera un ser, Catalunya, distinto a la suma de los catalanes. Lamentablemente para los partidarios de la secesión, a esa suma habremos de restarle, cual han establecido las elecciones, la mitad, de suerte que la sencilla operación arroja un resultado diáfano e incontrovertible: no es Catalunya la que quiere independizarse de España, sino la mitad de los catalanes los que quieren la independencia. Como si dijéramos, si la traslación fuera posible, media Catalunya nada más.
La mitad de los catalanes, los que votaron a Junts pel Sí, la lista inequívocamente independentista pero "contra natura" desde el punto de vista ideológico, y a la CUP, quieren la independencia, la quieren a rabiar, ciegamente, verdaderamente, apasionadamente, y la quieren ya. La otra mitad, incluso algo más de la mitad, no. Pues bien; a la vista de semejante disenso, que algunos llaman fractura, a Catalunya, para ser, para seguir siendo, lo que queda otra que esperar del talento, de la generosidad y de la buena disposición de sus hijos la capacidad de acordar el futuro. Y a los catalanes, en tanto formalmente españoles todos, y la mitad de grado, la capacidad de entenderse con España, que no es otra cosa, y sigo citando a don Manuel Azaña, que la suma de los españoles.
Todo lo que no sea eso, esa tercera vía que es, en puridad, la primera en punto a sensatez, la de hallar la solución, el acuerdo, el mejor de encaje de Catalunya en España, no son sino los truenos vanos de una desatentada tormenta seca. Media Catalunya ha ganado las elecciones, y la otra media, también. Habría que ser muy rústico para agarrarse, por un incomprensible intento de negar la evidencia, a la ficticia realidad de los escaños.
Si (
No(
